Roma, 4 may (EFE).- El Monza, el último legado de Silvio Berlusconi en el fútbol italiano, un equipo al que catapultó en solo cuatro años desde que lo compró en 2018 a la élite por primera vez en su historia, consumó este domingo con la derrota ante el Atalanta (0-4) su descenso matemático a la Serie B tras una temporada desastrosa.
Este Monza que ahora tiene como cara visible de la directiva a Adriano Galliani, mano derecha de Berlusconi con el mítico y temible Milan de los años 90, ha sido el peor equipo con diferencia de toda la Serie A.
La marcha de Raffaele Palladino, actual entrenador de la ‘Fiore’, y de varios jugadores como Daniel Maldini, Pablo Marí o Warren Bondo, complicaron el hacer de un equipo -dirigido por Alessandro Nesta en dos etapas diferentes dentro de la misma temporada- que solo ha ganado dos partidos a falta de tres jornadas para el final de la campaña.
Un doblete de Charles De Ketelaere y los goles de Rafael Toloi y Marco Brescianini sentenciaron el año negro del Monza, un equipo que hace no tanto, con Berlusconi -fallecido en junio 2023- como líder, soñaba con llegar a Liga de Campeones.
El Monza de Berlusconi
Lejos de querer alejarse del mundo del fútbol, tan solo un año más tarde de abandonar el Milan, en 2018, y con una rápida operación de casi tres millones de euros, el magnate de los medios de comunicación se quedó con el 100% de un Monza que estaba en la Serie C.
‘Il Cavaliere’ estaba de vuelta y sus estridencias y salidas de tono volvieron al mundo del fútbol en 2022, cuando, tan solo cuatro años después, gracias a su tenacidad y cartera, retornó a su hábitat natural, la Serie A. La vuelta a los focos, a sentirse el centro de atención en el circo futbolístico.
El dueño del grupo financiero Fininvest imitó su modelo del Milan, también con los buenos resultados que obtuvo en su día. Un proyecto deportivo por la vía rápida, a base de talonario. Con 116 millones de euros -repartidos en fichajes, ampliación de capital y nuevas infraestructuras para el club-, una cifra desorbitada para equipos de la tercera y segunda división, consiguió hacer historia y llevar por primera vez al Monza a la Serie A.
De hecho, pudo vivir en un estadio su propio derbi, el ‘Derbi de Berlusconi’, entre el Monza y el Milan. La nostalgia de lo que fue con un gigante y la ilusión de lo que podía llegar a ser con un modesto se miraron a los ojos. Los bonitos recuerdos de una época pasada plagada de éxitos y los sueños de futuro convergieron en un choque de once contra once que tuvo un espectador especial en la grada.
Este Monza, que fue su nuevo Milan, le regaló una gran primera campaña finalizando undécimo en su estreno histórico en la Serie A. Berlusconi siempre quiso más y mantuvo hasta el final su ambición. Lo dijo en el ascenso de su segundo hijo futbolístico en 2022. Apuntó al ‘Scudetto’ y a la ‘Champions’.
En la segunda campaña en la Serie A, el Monza finalizó duodécimo. En la tercera, el batacazo ha sido brutal. Solo 15 puntos que le colocan colista y acaban con el último sueño de Berlusconi.