Marbella (Málaga), 13 sep (EFE).- El danés Holger Rune, número 11 del mundo, fue superior este sábado al gijonés Pablo Carreño y le ganó en dos sets (7-5 y 6-3) para sumar el primer punto de la serie para Dinamarca en la segunda ronda clasificatoria para las finales de la Copa Davis, por lo que España está obligada a remontar.
El equipo español estará en manos de su número uno, Jaume Munar, en el segundo partido de la eliminatoria ante Elmer Moller, segunda espada de los nórdicos, después de que Rune no diera opciones a un competitivo Carreño, pero insuficiente para vencer a un tenista que llegó a ser número 4 del ranking ATP.
Hubo gran representación danesa en las gradas del club de tenis marbellí de Puente Romano, aunque mayoría para la afición española, que repitió y no dejó de repetir un grito de guerra: “¡Vamos, Pablo!”, pero el físico dictó mucho más que lo pasional.
Aunque Carreño demostró en el primer set que no lo pondría sencillo. Golpeó primero Rune, pero una respuesta inmaculada del asturiano puso el 2-1 con la primera ruptura del servicio al danés, que activó la maquinaria y con una mayor consistencia volvió a voltear, con golpes de derecha que pusieron en apuros al español (2-3).
Después de este comienzo, ambos no fallaron en sus servicios (3-3, 3-4, 4-4, 4-5, 5-5), si bien las dejadas de Rune empezaban a ser ya un quebradero de cabeza para Carreño. Son un arma dañina.
Tras este tanteo igualado, emergió la mejor versión de Rune, sacó su potente derecha, se defendió de manera imparable en el fondo de la pista y se apuntó el primer set (5-7).
En la segunda manga, un 0-3 de partida dejaba ver a Rune sintiéndose muy superior y a Carreño cada vez más contrariado, pero en un tramo de este set el español supo reencontrarse, apretar y forzar el 3-3. Hubo esperanzas, pero Rune es mucho Rune.
El joven de 22 años apretó el acelerador hasta dominar los tiempos, fue agresivo con su derecha y demostró que llegaba a cualquier bola hasta concluir el partido con el definitivo 3-6, que reta a España a ganar con más urgencia al tener menos margen de maniobra.
Alberto Fuentes
