Vila-real (Castellón), 25 may (EFE).- El Villarreal ha despedido una temporada brillante, en la que ha logrado la clasificación para la Liga de Campeones, con una fiesta goleadora ante un Sevilla frágil y deprimido al que goleó por 4-2.

Los primeros minutos reflejaron a la perfección los estados de ánimo de Villarreal y Sevilla. El equipo de Marcelino García, que cierra el curso con seis victorias consecutivas, atropelló sin contemplaciones al conjunto hispalense, que sólo compitió cuando su rival se relajó.

El Villarreal apenas necesitó tres minutos para abrir el marcador. Un balón colgado al área y mal despejado por la defensa del Sevilla fue aprovechado por Yeremy Pino para marcar con un disparo ajustado al ángulo.
El tanto retrató la fragilidad defensiva del Sevilla, que apenas cuatro minutos recibió un nuevo golpe, ahora por medio de Guaye, que situó el balón junto al poste tras una acción coral del ataque local.
El Villarreal, llevado por la euforia y guiado por Álex Baena en la mediapunta, estuvo a punto de anotar el tercero antes del descanso, pero en esta ocasión Álvaro Ferllo salvó con el hombro un remate a bocajarro de Guaye.
El equipo de Marcelino se tomó un respiro y cedió la iniciativa al Sevilla, que sólo generó algo de peligro por medio de Suso. Un centro del centrocampista, rematado a la red de cabeza por Sow, metió de nuevo en el partido al Sevilla, aunque sólo fue un espejismo.
Apenas diez minutos después, Baena volvió a desnudar la fragilidad de la zaga sevillista con un gol en el que demostró su gran calidad. El almeriense, tras controlar el balón y sortear a un defensor, tocó con la puntera ante la salida de Ferllo para anotar el tercer tanto.
El Sevilla intentó reaccionar, de nuevo a través de Suso, que estuvo a punto de marcar con un disparo ajustado al palo. El gaditano, la única luz del Sevilla, también regaló una asistencia a Sow que el suizo no supo aprovechar en la última acción del primer acto.
El paso por los vestuarios y la salida al campo de Lukébakio reactivaron al Sevilla, que arrancó la segunda parte con otra pose y con varias llegadas peligrosas, entre ellas un disparo al travesaño del atacante belga.
Sin embargo, el Villarreal, que parecía aturdido, penalizó un error en la salida de balón del Sevilla para marcar el cuarto, de nuevo por medio de Guaye, que aprovechó la asistencia de Barry para fusilar a Ferllo desde el área pequeña.
Tras el gol, el Sevilla se hundió definitivamente y el Villarreal, refrescado con la entrada de Gerard Moreno y Pépé, se limitó a jugar para la galería y a esperar su momento para redondear el marcador.
El partido, ya sin historia, se convirtió en un correcalles sin control y múltiples llegadas al área. El Sevilla tuvo sus opciones para maquillar el marcador en las botas de Juanlu y Pedrosa, pero el Villarreal pudo también marcar en un disparo de Barry.
El conjunto de Caparrós aprovechó la relajación de su rival para recortar diferencias por medio de Ramón, aunque el gol no importó demasiado porque La Cerámica llevaba ya tiempo celebrando una temporada histórica.
Ficha técnica:
4 Villarreal: Diego Conde; Pau Navarro, Costa, Kambwala, Pedraza; Yeremy Pino (Pépé, min. 56), Gueye (Parejo, min. 74), Denis Suárez (Requena, min. 81), Buchanan (Eyong, min. 74), Álex Baena (Gerard Moreno, min. 56) y Barry.
2 Sevilla: Álvaro Ferllo; Carmona (Ramón, min. 62), Kike Salas Marcao, Pedrosa; Agoumé, Gudelj, Juanlu (Bueno, min. 73), Suso (Ejuke, min. 86), Sow (Lukébakio, min. 46) y García Pascual (Peque, min. 62).
Goles: 1-0, min. 3: Yeremy Pino. 2-0, min. 7: Gueye. 2-1, min. 28: Sow. 3-1, min. 39: Álex Baena. 4-1, min. 53: Guaye. 4-2, min. 84: Ramón.
Árbitro: Alberola Rojas (Comité Castilla-la Mancha). Mostró tarjeta amarilla a Carmona por el Sevilla.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la jornada 38 de la Liga EA Sports disputado en el estadio de La Cerámica ante 17.758 espectadores. En los prolegómenos del partido, las peñas del Villarreal homenajearon a Ayoze Pérez, Álex Baena y Sergi Cardona por su rendimiento durante la temporada y a Raúl Albiol por su trayectoria.
Pablo Verdú