Madrid, 1 oct (EFE).- Este miércoles se cumple medio siglo de la «presentación pública» de los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO), un cruel estreno de la organización terrorista que ese 1 de octubre de 1975 perpetró cuatro atentados en cuatro entidades bancarias y mató a cuatro miembros de la Policía Armada.
Los GRAPO escogieron para darse a conocer el día de la última aparición pública del dictador Franco en la Plaza de Oriente, donde se congregó una multitud de personas, como recuerda la experta en terrorismo y miembro del departamento jurídico de la Asociación Víctimas de Terrorismo (AVT) Carmen Ladrón de Guevara en un podcast de la Fundación Víctimas del Terrorismo (FVT) con motivo de ese aniversario.
Con el mismo «modus operandi», la banda actuó en cuatro entidades de la Avenida del Mediterráneo y de las calles Marqués de Coberá, Valmojado y Agustín de Foxá de Madrid. Joaquín Alonso Bajo, Agustín Ginés Navarro, Antonio Fernández Ferreiro y Miguel Castilla Martín fueron sus víctimas.
No fueron las primeras, porque el 2 de agosto de ese año la organización mató al guardia civil Casimiro Sánchez e hirió a su compañero Ignacio Cabezón. Los GRAPO nunca lo revindicaron, pero las fuerzas de seguridad tuvieron clara la autoría.
El tercer grupo terrorista europeo con más asesinados

Ladrón de Guevara inaugura una nueva temporada de los podcast de la FVT en un serie denominada «El terrorismo: hablan los expertos», que se inicia con este aniversario de los GRAPO y continuará con otros seis capítulos que abordarán el yihadismo.
La experta y autora del libro «Víctimas del Terrorismo de extrema izquierda» explica que los GRAPO, el brazo armado del Partido Comunista de España Reconstituido (PCE-r), son la tercera organización terrorista europea con más víctimas mortales tras los diferentes IRA y ETA.
Hasta 2006 los GRAPO asesinaron a 93 personas e hirieron a otras 95. Su acción más letal tuvo lugar en 1979, en un atentado en la cafetería California 47 de Madrid que dejó nueve muertos y 56 heridos.
Catorce asesinatos sin resolver
Aunque el «grado de impunidad» mayor lo tiene ETA, con un 40 por ciento de sus atentados sin resolver, Ladrón de Guevara destaca también el de los GRAPO, con un 15 % y 14 asesinatos no resueltos.
La experta diferencia el «modus operandi» de las dos bandas terroristas, con el mayor uso de armas de fuego o armas blancas en un cuerpo a cuerpo y en plena calle por los GRAPO, frente a los coches-bomba y los artefactos explosivos por parte de ETA.
Frente a la «espiral de silencio» que hubo sobre todo en los «años de plomo» de ETA, con atentados cada tres días en el País Vasco y escasa o nula colaboración ciudadana, en el caso de las acciones de los GRAPO, perpetradas sobre todo en Madrid, Barcelona, Zaragoza y Vigo, esa colaboración para esclarecerlos fue mayor.
Los GRAPO, al contrario que ETA, no contaban con cantera ni con apoyo social, continúa Ladrón de Guevara.
Otra de las diferencias entre ambas organizaciones era el número de miembros, con un pequeño organigrama en los GRAPO y menos comandos. De hecho, un solo comando participaba en varios atentados, por lo que cuando se detenía a uno, se esclarecían varias acciones.
Pero sí hay similitudes entre ETA y los GRAPO, como las cartas de extorsión para pedir el impuesto revolucionario o la elección de Francia como santuario. En este último aspecto, Ladrón de Guevara indica que algunos ‘grapo’ expresaban sus quejas porque era la cúpula la que estaba en París viviendo mejor que los otros miembros de la banda.
Esta experta subraya también la «deriva de ensañamiento y crueldad» de los GRAPO, como demostraron en el año 2000 en el asalto en Vigo a un furgón blindado de Prosegur, con dos guardias jurados muertos y otras cuatro personas heridas.
Y destaca el alto nivel de ideologización de sus miembros que, incluso, han seguido haciendo proselitismo desde la cárcel.