Redacción deportes, 7 sep (EFE).- Luka Doncic lideró el pase de la selección eslovena a los cuartos de final del Eurobasket con una exhibición en la victoria ante Italia por 77-84, en un duelo en el que el jugador de los Lakers sumó la mitad de los puntos de su equipo y más valoración que el resto de sus compañeros juntos.

Desde el arranque del torneo el jugador de Los Ángeles Lakers parece haberse propuesto poner su mejor baloncesto al servicio de su país. De momento ya está en cuartos de final después de fulminar a los italianos exhibiéndose, desde bien temprano, en diez minutos de salida para el recuerdo.

Desatado desde el pitido inicial, el ex del Real Madrid llevaba al final del primer cuarto 22 puntos, el doble de los que habían sido capaces de anotar los italianos en su conjunto. Para que eso sucediera contribuyó su talento, pero también el 3 de 6 en tiros de dos y el 1 de 5 en tiros de tres de los transalpinos, que además se vieron superados en el rebote y cometieron hasta cinco pérdidas.
En esas circunstancias el receso les vino bien y les permitió refrescar la mente para presentar unos guarismos completamente diferentes en el segundo acto, con un 4 de 5 en tiros de dos y un 6 de 8 en triples, incluido el anotado por el alero Simone Fontecchio en un parcial de 7-0 que les ayudó a recalcular la ruta y a evitar irse al descanso con el partido casi perdido (40-50, m.20).
Pese a todo, la sensación era que Eslovenia podía prometérselas muy felices, sobre todo después de que cinco puntos sin respuesta de Alen Omic elevasen a catorce una renta favorable que a la media hora era de dieciséis. Le bastaba con gestionar bien diez minutos para lograr el objetivo de la clasificación.
A pesar de tener todo cuesta arriba, el cuadro de Domenico Pozzecco salió a dejarse la vida en lo que quedaba. La mezcla de la veteranía de Danilo Gallinari y del descaro de Saliou Niang sirvieron para cambiar el guion del partido. Siete puntos del primero y nueve del segundo, en seis minutos y medio en los que solo anotó también Nicolo Melli un triple, descolocaron a los eslovenos, incapaces de hacer más de seis puntos. Cuando se dieron cuenta, solo ganaban por uno con algo menos de dos minutos por jugar.
La consigna a partir de ese momento fue clara, ‘Lukacentrismo’ y confiar en que el director de juego no perdonara desde la línea de tiros libres. Una receta tan simple como efectiva cuando se cuenta con alguien como Doncic, que no falló en la misión que le había sido encomendada para acabar su gran obra con 42 puntos, 10 rebotes y 43 dígitos de valoración.
Con Francia y Serbia ya eliminadas y Doncic en un momento imparable, los eslovenos, que comenzaron con dudas, se han ganado el derecho a aspirar a todo. Sus opciones las medirá en cuartos Alemania, su siguiente rival, vigente campeona del mundo y que todavía no sabe lo que es perder en este torneo. El más difícil todavía para Luka. EFE
cmg/ism