Madrid, 2 oct (EFE).- El Real Madrid estrenó su casillero de victorias en la Euroliga con un trabajado triunfo ante el Olympiacos (89-77), su verdugo en los playoffs de la pasada edición, en un duelo de brillo colectivo, con cuatro jugadores con dobles dígitos de valoración, en el que aplastaron a su rival en el último cuarto.

Se estrenaba el conjunto blanco ante su público en la presente temporada después de dos derrotas dolorosas; la de la final de la Supercopa de España contra el Valencia Basket y la sufrida en su primer partido en la Euroliga contra el Virtus Bolonia en un día aciago desde el triple, con solo 3 aciertos de 23 intentos.

Esos problemas con el lanzamiento lejano no los tuvo el cuadro griego en el primer cuarto, firmando unas cifras extraterrestres desde el perímetro. Les entraron siete de ocho, y el único fallo llegó en un intento sobre la bocina por si sonaba la flauta. El cabeza de cartel de ese festival fue Tyler Dorsey; que se marchó a los diez minutos con cuatro transformados, 16 puntos y 14 de valoración por los 21 que acumularon todos los jugadores del Real Madrid en su conjunto.
El chaparrón no ahogó a los de Sergio Scariolo, conscientes de que esos registros eran imposibles de mantener en el tiempo. Y no se equivocaron porque ese 7 de 8 se convirtió en un 1 de 7 en el segundo acto. Eso, unido a una mejoría de los locales, que metieron en esos diez minutos más triples, cuatro, que en los cuarenta jugados en Bolonia, permitió que todo se equilibrase por momentos tras un parcial de 9-1 impulsado por Gabriel Deck.
Unos buenos instantes finales de la mitad inicial de Sasha Vezenkov, hasta ese momento estrella con poco brillo, permitieron a los suyos irse a los vestuarios con seis de renta favorable. Esta se partió por la mitad con una bonita jugada del anfitrión, que movió la pelota con rapidez y previsión para que Andrés Feliz pudiera convertir un triple liberado en la acción con la que arrancó la segunda mitad.
Finalmente, y no sin esfuerzo, el Real Madrid logró ponerse por delante por primera vez en toda la noche con cuatro minutos y veinte segundos jugados del tercer cuarto gracias a un triple de Alberto Abalde. Un logro meritorio fruto de la insistencia que agradecieron los aficionados con un grito de júbilo al unísono. La alegría duró poco, porque el Olympiacos respondió con un 2-8 de poderío en la pintura hasta la media hora, ganando rebotes y duelos individuales en los dos aros (64-69, m.30).
Esa actitud contrastó con las que los de rojo y blanco tuvieron en el retorno al parqué para el cuarto decisivo, encadenando despistes y fallando en situaciones ofensivas propicias durante cinco minutos y cuarenta segundos, en los que no anotaron ni un solo punto. El bloqueo lo castigó el Real Madrid, que con unos buenos minutos de Trey Lyles y el trabajo de Deck y David Krämer selló un paciente 10-0 que le puso en buena situación para acercarse a la victoria (74-69, m.35).
Como era previsible, salió tímidamente el Olympiacos de la cueva con cuatro puntos seguidos. Demasiado poco para hacer dudar a un bando madridista que ya tenía confianza plena en sus opciones y apenas sufrió para terminar cerrando el duelo a su favor, con Hezonja poniendo el broche con un mate de regocijo.
Ficha técnica:
89 – Real Madrid (19+28+17+25): Andrés Feliz (9), Hezonja (18), Abalde (3), Lyles (8), Tavares (7) -cinco inicial-, Campazzo (9), Deck (13), Okeke (5), Kramër (3), Garuba (2), Bruno Fernando (6), Llull (6).
77 – Olympiacos (29+24+16+8): Fournier (14), Walkup (4), Dorsey (20), Vezenkov (13), Milutinov (10) -cinco inicial-, Ward (7), Papanikolau (3), Peters (-), Kostas Antetokounmpo (2), Hall (-), Lee (4).
Árbitros: Damir Javor (Eslovenia), Uros Nikolic (Serbia), Dragan Porobic (Bosnia-Herzegovina). Sin eliminados.
Incidencias: partido de la segunda jornada de la Euroliga disputado en el Movistar Arena de Madrid ante 7.920 espectadores. En la previa se guardó un minuto de silencio en memoria de José Araquistáin, exportero del Real Madrid fallecido recientemente. EFE
Carlos Mateos Gil
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