Miguel Álvarez

A Coruña, 15 ago (EFE).- La ciudad de A Coruña ha vuelto a rechazar este viernes por la noche la invasión inglesa en una nueva celebración de la batalla naval pirotécnica, este año más espectacular que nunca.

Cerca de 100.000 personas se han reunido en torno a la bahía de A Coruña, en las plazas de Riazor y Orzán, para presenciar el espectáculo pirotécnico que simula la batalla que se produjo en A Coruña entre el 4 de mayo de 1589 y el día 19 de aquel mes.
La lucha fue entre la Invencible Inglesa, comandada por sir Francis Drake, y las apenas 4.000 personas que vivían en aquella ciudad gobernada por Juan Pacheco de Toledo, marqués de Cerralbo.
En su expedición hacia Lisboa, los británicos que buscaban contraatacar a la Armada Invencible pararon en A Coruña, en una invasión sencilla que, poco a poco, se complicó.
Fue entonces cuando la ciudad se resistió y apareció la figura de María Pita, que abatió a un alférez inglés cuando el ejército atravesaba la muralla, en la Puerta de Aires.
La leyenda dice que eso fue el principio del fin, que marcó el final del intento de invasión y, además, bajó tanto la moral de las tropas británicas que hubo deserciones que, junto con brotes de enfermedades y la moral baja, impidieron el objetivo de tomar Lisboa.
Y es precisamente todo esto lo que se ha representado esta noche en la ciudad, con más de 700 kilos de pólvora dispuestos en dos bandos.
El inglés ha estado al oeste, en la finca de los Mariño, y el coruñés en el este, en la playa de Riazor, desde donde ha habido ataques y contraataques.
Cada vez que aparecían nuevos fuegos en el lado británico, había una respuesta local, para el disfrute del numeroso público, que ha vibrado y se ha mostrado sorprendido por la calidad y la innovación presenciada esta vez.
Como novedad, ha habido fuegos acuáticos, que han dado respuesta desde el mar, tal como ocurrió en aquel mayo de 1589, cuando el inicio de la invasión fue rechazada por un galeón, el ‘San Juan’, las baterías del castillo de San Antón y otras embarcaciones más pequeñas, como las galeras ‘Princesa’ y ‘Diana’.
Ocurrió al otro lado de la ciudad, en una zona que hoy en día es puerto y, tras los rellenos, ya no cuenta con playa, ni el castillo es una isla, pues está unido a la ciudad.
El desembarco final de los invasores fue en la playa de Oza, que fue un municipio distinto hasta su fusión con A Coruña ya en el siglo XX, por lo que ahora se mantiene como un barrio.
Los ingleses aguantaron el intento de toma de A Coruña durante dos semanas, hasta que la llegada de refuerzos locales hizo que la misión fuese cada vez más difícil.
Esta noche, los refuerzos han sido pirotécnicos y, una vez más, ha sido la ciudad herculina quien se ha impuesto en una curiosa batalla.
En la memoria queda María Pita y aquella resistencia heroica. En las retinas, el espectáculo de una noche que cada año es más espectacular y atrae a más gente.
Las fiestas de A Coruña llegan, con esto, a su ecuador, pero la leyenda de María Pita no deja de crecer. EFE