Madrid, 4 abr (EFE).- La Audiencia Nacional ha absuelto a la exjefa de la banda terrorista ETA Iratxe Sorzábal de la colocación de un artefacto explosivo en el aeropuerto de El Altet (Alicante) en julio de 1995, que fue desactivado por los Tedax y por lo que la Fiscalía pidió en el juicio para ella seis años de cárcel.
En una sentencia, los magistrados concluyen que “no ha quedado plenamente acreditado” que la acusada colocara el artefacto explosivo ya que existe un vacío probatorio acerca de su autoría.
El tribunal apunta que ese vacío proviene de la falta y ausencia de prueba de un dato trascendental como es la autoría de la carta manuscrita que el Ministerio Público atribuye a Iratxe Sorzábal en la que se vienen a reconocer los hechos.
Explica que los policías emitieron un informe pericial caligráfico que analiza unos documentos encontrados en Francia, entre los cuales figura la denominada ‘kantada’ que se atribuye a la procesada.
La Sala añade que “tal informe pericial caligráfico, de 20 de mayo de 2008, fue ratificado en la fase de instrucción ante el Juzgado pero posteriormente el Ministerio Fiscal no lo propuso como prueba”.
“Al no haber sido traído al juicio y no haber sido sometido a contradicción entre las partes no se puede temer como prueba de cargo contra la procesada”, dice la Sala.
Tiene en cuenta además que ha sido expresamente impugnado por la defensa de Iratxe Sorzábal, que manifestó en el juicio que no reconocía como suyo el documento y aseguró que no lo había escrito.
Por otro lado el tribunal destaca que tampoco fueron propuestos para declarar en el juicio los autores del informe policial de inteligencia en el que se analiza la existencia y los componentes del comando Ibarla de ETA, su actividad y los datos de los atentados que cometió y se compara con los documentos encontrados en Francia.
La resolución advierte de que ese informe podría haber arrojado luz acerca de la posible autoría de la colocación del explosivo en el aeropuerto alicantino frente a la declaración de la procesada que negó que participara en la misma.
Iratxe Sorzábal, que cumplió una primera condena en Francia a finales de los años 1990 por su actividad en ETA, fue entregada en 2001 a España pese a que intentó evitarlo con una huelga de hambre que justificó por el riesgo que decía sufrir a ser maltratada por las fuerzas del orden españolas.
Una vez en libertad en septiembre de 2001, volvió a integrarse en ETA y fue capturada de nuevo en 2015 en Francia junto al exjefe de ETA David Pla.
Fue condenada en 2022 por primera vez en España a 24 años y medio de prisión por un doble atentado perpetrado en noviembre de 1996 en Gijón contra una farmacia y el Palacio de Justicia.
En febrero la Audiencia Nacional reabrió el sumario por el asesinato del suboficial de la Ertzaina Montxo Doral en 1996, un crimen que la Policía autónoma vasca atribuye a un comando bajo la dirección de Sorzabal.
El Tribunal Correccional de París la condenó en rebeldía en junio de 2006 a 3 años de cárcel por su pertenencia al aparato político de ETA y en 2013 fue de nuevo condenada en rebeldía en el juicio en el que se impuso cadena perpetua al padre de su hija, el exdirigente etarra Mikel Carrera Sarobe, Ata, por el asesinato de dos guardias civiles en Capbreton en 2007.