Bogotá, 9 jun (EFE).- La X Conferencia Latinoamericana y Caribeña de Ciencias Sociales, el mayor encuentro político de las humanidades a nivel mundial, comenzó este lunes en Bogotá con un llamado a usar el pensamiento crítico como palanca para desafiar, desde las resistencias, las desigualdades que atraviesa la región, tomando al feminismo como referente.
«Es tiempo de ampliar los horizontes educativos, de investigación (…) y de reivindicar el lugar de las ciencias sociales como herramienta crítica y dispositivo de transformación colectiva», afirmó en el acto inaugural de la Conferencia la directora saliente del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso), organizador del evento, Karina Batthyány.
En un auditorio colmado en la Universidad Nacional de Colombia, Batthyány señaló que la «profunda desigualdad» que golpea a América Latina tiene raíces en el racismo estructural y el patriarcado, así como en una mirada global que perpetúa lógicas neocoloniales y un modelo extractivista que afecta especialmente a «todos quienes habitan en los márgenes del sistema».
La escritora uruguaya también advirtió sobre el avance del autoritarismo, la escalada de violencia y el agravamiento de la crisis climática en la región.
Sin embargo, destacó que es también allí donde emergen «con más fuerza las resistencias, las luchas feministas, las economías populares, los saberes comunitarios y sueños colectivos».
En este contexto, subrayó que «el feminismo ha sido y es un faro de referencia» por ser el que, con «mayor potencia, ha interpelado las certezas, desarmado jerarquías, ampliado los márgenes de lo posible y propuesto otros modos de habitar la política, el conocimiento y la vida cotidiana».
Batthyány enfatizó el papel central de las ciencias sociales y las humanidades como una «brújula y herramienta indispensable» frente a estas desigualdades, advirtiendo que el desafío «no es solo hablar de desigualdades, sino evitar acostumbrarse a ellas».
El rector de la Universidad Nacional, Leopoldo Múnera Ruiz, celebró que la X Conferencia se realice en Bogotá, ciudad donde Clacso fue fundada en 1967 por el sociólogo colombiano Orlando Fals Borda, pionero de esa ciencia en el país y cofundador de la institución, hoy asociada a la Unesco y con presencia en 56 países a través de 927 centros académicos.
«Esta Conferencia plantea un horizonte académico y social que debemos analizar de manera colectiva en nuestros contextos resquebrajados por formas de poder autoritarias», declaró Múnera Ruiz, quien además advirtió que la universidad «está siendo amenazada».
Entre esas amenazas mencionó la desvalorización de la intelectualidad pública, su reemplazo por líderes de opinión, el negacionismo climático, la desinformación y el desfinanciamiento de las ciencias sociales, las humanidades y las artes.
Cuatro días, 4.000 conferencias

Tras los discursos inaugurales, se entregó el Premio Latinoamericano y Caribeño de Ciencias Sociales al Movimento dos Trabalhadores Rurais Sem Terra de Brasil y al Movimiento Ríos Vivos de Colombia.
El acto concluyó con el panel ‘Democracia, derechos humanos y paz: fundamentos para la convivencia en el siglo XXI’, con la participación del exvicepresidente boliviano Álvaro García Linera, el exrector Universidad Nacional de Colombia Víctor Manuel Moncayo y la activista argentina Irene Molinari, de las Madres de Plaza de Mayo.
Bajo el lema «Horizontes y transformaciones para la igualdad», la X Conferencia de Clacso reúne hasta el jueves en Bogotá a académicos y organizaciones regionales para debatir sobre democracia, derechos humanos y paz.
Durante los cuatro días del evento se celebrarán 4.000 conferencias y más de 1.500 actividades, con la participación de figuras destacadas como la vicepresidenta de Colombia, Francia Márquez; el exlíder político español Pablo Iglesias; la socióloga argentina Dora Barrancos; la periodista y política brasileña Manuela D’Ávila; y el antropólogo colombiano Arturo Escobar.
