Granada, 19 may (EFE).- El acusado de matar a golpes a un joven de 19 años durante las fiestas de Íllora (Granada) del año 2022 ha aceptado este lunes ocho años de prisión y otros quince de destierro, una pena atenuada por el consumo de sustancias para un procesado que ha pedido perdón a familiares y amigos de la víctima.
La Fiscalía y las acusaciones particular y popular han modificado su escrito provisional, en el que se solicitaban 15 años de cárcel, para facilitar este acuerdo con el procesado, que ha aceptado la condena como autor de un delito de homicidio doloso.
El acuerdo incluye las atenuantes de alteración por consumo de sustancias y de reparación parcial del daño, ya que el procesado ha consignado una parte testimonial del dinero solicitado en concepto de responsabilidad.
Los hechos se remontan al 15 de agosto de 2022, fecha en la que la víctima, un joven de 19 años estudiante de la Universidad de Almería y vecino de Íllora, falleció tras ser golpeado de “manera brutal” en el entorno del recinto ferial.
El autor de la agresión es otro joven de 23 años que permanece en prisión provisional desde que se entregó a la Guardia Civil tres días después de los hechos.
Durante la vista de este lunes, ha reconocido los hechos, ha dicho que se acuerda de lo ocurrido cada noche y ha pedido perdón a la familia y a los amigos de la víctima.
Según la Fiscalía, los hechos comenzaron cuando la víctima estaba con su pareja y unos amigos en una caseta de la feria y uno de ellos tuvo un enfrentamiento con el procesado por el que se marcharon del lugar.
En una calle cercana, el acusado se encontró con la víctima y, “en estado de gran agresividad” vinculado al consumo de sustancias, agarró al joven de la ropa y le dio puñetazos en la cara mientras le preguntaba dónde estaba su amigo.
Aunque la novia del fallecido intentó mediar, recibió un golpe en la cara que no impidió que el detenido continuara su agresión hasta que la víctima cayó al suelo inconsciente, donde le propinó nuevos golpes y patadas antes de huir de la zona.
La agresión provocó la muerte del joven, que sufrió un traumatismo cervical con desplazamiento de vértebras, hemorragia epidural e insuficiencia respiratoria.
Mientras un grupo de personas intentaba reanimar a la víctima, su agresor pasó por la zona en coche y les gritó que si lo había matado que lo buscaran, que los podía matar a todos.
El acuerdo condena al joven a ocho años de prisión por un delito de homicidio doloso y a otros quince de destierro que le impiden residir o visitar Íllora, además de no poder estar a menos de 200 metros de la familia de la víctima.
También tendrá que indemnizar a los padres del joven fallecido y a su hermano con 120.000 y 75.000 euros y a la novia de la víctima, que sufrió un delito de lesiones.
El letrado de la acusación particular que representa a la familia, Rafael López Guarnido, ha explicado a EFE que se trata de un buen acuerdo que evita posibles recursos que alarguen la causa, con la repercusión que conlleva para la familia.
Días después del homicidio se registraron incidentes y el fuego intencionado contra inmuebles y vehículos de la familia del agresor, hechos que se han procesado en una causa separada aún en la Audiencia con una quincena de implicados.
