Los Ángeles (EE.UU.), 6 ago (EFE).- Grupos defensores de los derechos de los inmigrantes condenaron este miércoles una redada migratoria en la que los agentes migratorios se camuflaron en un camión de mudanza rentado para atraer a jornaleros en Los Ángeles, advirtiendo que, en su opinión, el operativo parece desafiar una orden judicial que limita las acciones de los agentes en el sur de California.
La redada, ocurrida frente al Centro de Jornaleros del Centro de Recursos Centroamericanos (CARECEN), se saldó con el arresto de 16 personas, entre trabajadores que ofrecen sus servicios temporales y vendedores ambulantes.
Tanto Carecen como la Red Nacional de Organización de Jornaleros (NDLON) dijeron en un comunicado que la redada, bautizada por las autoridades migratorias como ‘Operación Caballo de Troya’, marca “una peligrosa escalada” en el ataque de la Administración del presidente Donald Trump contra las comunidades inmigrantes, los tribunales judiciales y la gente de Los Ángeles.
“Seamos claros: este es un ataque continuo contra jornaleros y vendedores ambulantes”, dijo Martha Arévalo, directora ejecutiva de CARECEN.
La activista contó que el equipo de la organización fue testigo del “acoso y la criminalización” de los trabajadores y reflejan un “preocupante patrón de intimidación” contra la comunidad inmigrante.
Por su parte, Pablo Alvarado, director de NDLON, exigió el fin inmediato de estas redadas ilegales y la destitución de estos agentes.
El operativo parece violar la restricción temporal emitida por un juez federal que prohíbe a los agentes de inmigración detener a personas sin una sospecha razonable y basarse únicamente en la raza o etnia aparente; hablar español o inglés con acento; presencia en un lugar específico o el tipo de trabajo que realiza la persona, en al menos siete condados del área metropolitana de Los Ángeles.
“Buscaremos todos los recursos legales contra esta conducta ilegal”, indicó Alvarado, que también pidió la solidaridad de la comunidad, incluidos los ciudadanos estadounidenses para defender a estos trabajadores.
Los activistas también criticaron a la cadena Fox, que acompañó a los agentes que estaban escondidos en el camión de mudanzas alquilado de la compañía Penske, que hoy se desligó del operativo y dijo que no sabía que uno de sus vehículos se había usado con este propósito.
La Alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, también condenó hoy las redadas y estipuló que este tipo de acciones federales están prohibidas por un fallo judicial reciente.
“Durante meses, agentes federales se han enmascarado y ahora utilizan camiones de alquiler para llevar a cabo sus redadas aparentemente discriminatorias. Estas tácticas son peligrosas”, dijo Bass en una conferencia de prensa.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) inició desde el pasado 6 de junio una oleada de redadas migratorias en Los Ángeles, que provocaron manifestaciones y un litigio encabezado por trabajadores detenidos y organizaciones comunitarias impactadas.
Esta noche en Los Ángeles está programada una vigilia para manifestarse contra la redada que supuestamente se había enfocado en miembros de la pandilla salvadoreña MS-13, según reportó la cadena Fox.