Miami, 29 sep (EFE).- Activistas, estudiantes y profesores protestaron este lunes contra la biblioteca presidencial de Donald Trump en Miami, proyecto que el Gobierno de Florida prevé avalar este martes, al considerar que será otro más de sus hoteles y un «insulto» por estar junto a la Torre de la Libertad.

«Esta tierra es para la gente, no para el presidente», «no queremos una biblioteca presidencial», gritaron decenas de manifestantes en el estacionamiento de 2,63 acres (4.046 metros cuadrados) que la universidad pública Miami Dade College cederá para la biblioteca oficial del mandatario.

El activista Marvin Dunn explicó a EFE que organizó la manifestación por considerar «un insulto» erigir un «monumento» para Trump al lado de la Torre de la Libertad (Freedom Tower), que recibió a los migrantes cubanos durante la dicatadura de Fidel Castro en las décadas de los años sesenta y setenta del siglo XX.
«La Torre de la Libertad representa lo mejor de Estados Unidos, la gran herencia de nuestra comunidad cubanoestadounidense y necesitamos preservar eso, pero Donald Trump es un presidente venenoso que ha suprimido las libertades, que ha hecho lo opuesto de lo que vinieron a hacer estas personas», indicó Dunn.
La manifestación ocurrió en la víspera de la votación del Consejo del Fideicomiso de Mejora Interna, conformado por miembros del gabinete del gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, quien busca ceder el terreno del Miami Dade College al proyecto de Trump, que sería la primera biblioteca presidencial en el estado.
Una de las razones por las que Trump habría elegido Florida es que en 2019 trasladó allí su residencia desde Nueva York, durante su primer mandato (2017-2021), y ahora busca proyectar su biblioteca presidencial como un atractivo turístico, aunque sería la que ocuparía el terreno más reducido entre las de los expresidentes desde la Segunda Guerra Mundial.
Por ello, los manifestantes acusaron al proyecto de ser otro más de los hoteles de Trump, quien tiene su residencia en Mar-a-Lago, al norte de Miami, y entre sus consignas exigieron a la universidad revocar el acuerdo porque «Miami Dade es para los estudiantes, no para los milmillonarios».
«Esta propiedad debe ser un recurso para nuestros estudiantes que lo necesitan. Necesitamos clases, necesitamos aulas, necesitamos recursos que nuestra comunidad pueda utilizar. O sea, todas estas propiedades acá (alrededor) están vacías. ¿Qué más hoteles queremos?», dijo a EFE la profesora Yousi Mazpule.
Una estudiante que se identificó como Charly cuestionó que la universidad haya dado «el terreno gratis sin dinero, sin ninguna transacción», además de expresar que teme que la presencia de la biblioteca de Trump incite la violencia política y movilice al movimiento ‘Make America Great Again’ (MAGA).
«Me siento insegura. Y siento que es una bofetada en la cara de la democracia. Es sólo otra señal de que la democracia como la conocíamos está muerta. De verdad parece que no pertenece aquí», comentó la estudiante entrevistada.