Acto en la ONU recuerda que el ‘legado’ de la esclavitud persiste en el racismo cotidiano

Fotografía cedida donde aparecen de izquierda a derecha, la secretaria adjunta de Comunicaciones Globales, Melissa Fleming, la secretaria general adjunta, Amina Mohammed, el escritor premio Nobel de Literatura, Wole Soyinka, el secretario general de la ONU, António Guterres, el presidente del septuagésimo noveno período de sesiones de la Asamblea General, Philemon Yang, la Premio Nacional de Poesía Joven en 2023, Salome Agbaroji y el jefe de gabinete del secretario general, Courtenay Rattray, posando para una fotografía frente al Arca del Retorno en el Día Internacional de Recuerdo de las Víctimas de la Esclavitud celebrado este 25 de marzo de 2025 en la sede del organismo en Washington (EE.UU.). EFE/Mark Garten

Naciones Unidas, 25 mar (EFE).- La Asamblea General de la ONU celebró este martes, como cada año, el Día Internacional de Recuerdo de las Víctimas de la Esclavitud con el mensaje de que hay todo un ‘legado’ de la esclavitud que se manifiesta en el racismo cotidiano en numerosos ámbitos del mundo contemporáneo.

Fotografía cedida por la ONU donde aparecen el premio Nobel de Literatura, Wole Soyinka, pronunciando un discurso inaugural en la reunión de la Asamblea General para conmemorar el Día Internacional de Recuerdo de las Víctimas de la Esclavitud celebrado este martes en la sede del organismo en Washington (EE.UU.). EFE/Manuel Elías/ONU

Invitada a intervenir ante la Asamblea General, fue la joven estadounidense Salome Agbaroji, hija de nigerianos y Premio Nacional de Poesía Joven en 2023, la que puso el dedo en la llaga cuando recordó que “la segregación, la gentrificación y la discriminación en la vivienda por todo el mundo contribuyen insidiosamente a las disparidades raciales”.

Agbaroji equiparó estas actitudes a “sistemas patrocinados por el Estado de racismo institucionalizado”, y recordó que muchas personas de raza negra como ella misma se ven “descalificadas por el color de la piel antes incluso de franquear una puerta, asumiendo su incompetencia”.

También el secretario general de la ONU, António Guterres, intervino en el acto y subrayó que “el racismo sistemático está incrustado en las instituciones, las culturas y los sistemas sociales”, y esto hace que muchas personas de origen africano vean socavada su capacidad de desarrollar todos sus potenciales”.

Por ello, señaló que combatir el racismo no solo compete a los estados, sino también a dirigentes empresariales que promuevan la igualdad racial, así como la sociedad civil, a la que animó a pronunciarse “contra el racismo donde suceda y cuando suceda”.

La ‘estrella’ de la ceremonia era el escritor nigeriano Wole Soyinka (premio Nobel de Literatura en 1986), que hizo un discurso de tono más literario y sugirió que la esclavitud sea siempre recordada por medio de exposiciones dinámicas que resalten lo que significó como “historia interrumpida de un continente (africano)”.

Esas exposiciones de lo que llamó “el navío de la esclavitud” -en el sentido de que sería una muestra móvil que viaje de capital en capital- no solo deberían recoger los objetos saqueados del continente africano, sino abrirse igualmente a las creaciones de “la diáspora africana” allí donde se encuentre, porque la herencia de la esclavitud se tradujo tanto “en consecuencias positivas como negativas”.