Miami, 11 sep (EFE).- Ryan Routh, acusado de intentar asesinar a Donald Trump en 2024 en un campo de golf en Florida cuando era candidato presidencial, comenzó este jueves su juicio con una diatriba que incluyó referencias a Hitler, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, y el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu.
El sujeto, quien pidió defenderse a sí mismo desde julio, dio sus declaraciones inaugurales del proceso, que se desarrolla en el Distrito Sur de Florida en Fort Pierce, donde la jueza Aileen M. Cannon cortó su discurso por «hacer una burla de la dignidad de la corte», según la prensa que accedió a la sala.
«Lamento tomar su tiempo y causar disrupción en sus vidas, lo siento», expresó Routh al jurado en un pronunciamiento que también incluyó referencias a la evolución humana y los hermanos Wright, inventores del avión.
«Este caso no significa absolutamente nada. Una vida se ha vivido a su máximo», agregó antes de que la jueza le impidiese seguir hablando.
Por otro lado, el fiscal que representa al Gobierno federal, John Shipley, ofreció un mensaje de más de 40 minutos en el que acusó al sospechoso de querer «quitarle la decisión a los votantes estadounidenses» cuando intentó matar a Trump en septiembre de 2024, dos meses antes de las elecciones presidenciales.
El fiscal acusó a Routh, un trabajador de la construcción de 59 años de Carolina del Norte, de planear el atentado desde el verano del año pasado, de usar tres seudónimos y 10 teléfonos celulares.
El abogado aseveró que el acusado tenía un plan para matar al actual mandatario «cuidadosamente diseñado y serio», y leyó mensajes en los que señalaba que «Trump no puede resultar electo» y «necesita irse».
«El año pasado, el acusado Ryan Routh quería asegurarse de que el pueblo de este país no pudiese elegir a Donald Trump como presidente de Estados Unidos», sostuvo.
El juicio, que terminará el 1 de octubre, despierta nueva atención por ocurrir un día después del asesinato de Charlie Kirk, activista conservador de 31 años cercano a Trump, quien responsabilizó a la «izquierda radical» del hecho, en medio del renovado debate nacional sobre la violencia política en Estados Unidos.
Además, el sospechoso se defiende a sí mismo pese a las recomendaciones de la jueza, mientras los fiscales lo acusan de montar un «circo» para intentar afectar la imagen del presidente.
El hombre se declaró en septiembre de 2024 no culpable de los cinco cargos que afronta, entre ellos el intento de asesinato de un candidato presidencial, posesión de un arma de fuego para promover un delito violento y agresión a un funcionario federal.
Las autoridades lo detuvieron el 15 de septiembre de 2024, en plena campaña presidencial, en un campo de golf de Florida propiedad de Trump en el que un agente del Servicio Secreto lo descubrió armado con un rifle semiautomático escondido detrás de unos arbustos.