Logroño, 5 oct (EFE).- Adriana, una adolescente de 14 años, ha hecho historia al convertirse, con «naturalidad», en la primera mujer en cuatro siglos en danzar en Anguiano (La Rioja) por una cuesta empedrada y siete escaleras sobre unos zancos de medio metro girando sobre si misma, algo a lo que aspiraba desde que los Reyes Magos le regalaron sus primeros zancos cuando tenía cuatro o cinco años.
La danza de Anguiano, que data, al menos, de 1603 y que es Fiesta de Interés Turístico Nacional desde 1970, siempre ha sido interpretada por hombres, ocho en cada ocasión, hasta que el pasado domingo, 28 de septiembre, Adriana decidió hacerlo ante la emoción, los nervios, el apoyo y el orgullo de sus vecinos en la última bajada de los danzadores de este año, en la festividad de Acción de Gracias.
La alcaldesa de Anguiano, Gemma López, ha explicado a EFE que, para evitar los nervios y la presión, muy pocas personas del municipio, que tiene unos 500 vecinos, conocían la posibilidad de que Adriana bajase la cuesta sobre sus zancos de madera de haya, que le ató su padre, quien también fue danzador.
«No hay ninguna norma que impida danzar a las mujeres y sabíamos que era algo que llegaría con naturalidad, como ha ocurrido ahora, cuando Adriana ha abierto camino y esperamos que continúe durante los próximos años», ha añadido.
Se optó por la última bajada de la tarde del domingo, en el que la danza se vive en la «intimidad» del pueblo, al igual que en sus fiestas de mayo; frente a cada 22 de julio, festividad de su patrona, Santa María Magdalena, cuando varios miles de personas acuden a presenciar como estas «peonzas humanas», con sus coloridos trajes, danzan sobre los zancos al mismo tiempo que giran sobre si mismas mientras tocan las castañuelas.
Los pies firmes en la tradición
«Las tardes de danza de los domingos de Gracias tienen algo que estremece el alma», según la alcaldesa, a lo que se suma la «emoción» de ver a los nuevos danzadores enfrentarse por primera vez a la bajada de las escaleras y la cuesta y, en esta ocasión, lo han hecho tres, Adriana, Ibai y César, todos ellos nacidos en 2011.
Y «ahí es donde la danza late con más fuerza, donde el pasado se encuentra con el futuro y entendemos que nuestra tradición sigue viva, firme, emocionante, vibrante»; pero esta vez ha sido «especial» porque «hemos hecho historia» al convertirse Adriana en la primera mujer danzadora en 400 años, ha asegurado.
Lo ha hecho «con la naturalidad de quien sabe que su lugar está ahí, con los pies firmes en la tradición y el corazón dispuesto a abrir nuevos caminos», según López, para quien esta joven «lo ha vivido sin darle importancia, como algo natural, al igual que sus compañeros, porque le había llegado su oportunidad de debutar después de haber estado en la Escuela de Danza durante los últimos años».
Nervios, emoción y orgullo
Los nervios, la emoción y el orgullo de su familia, amigos y vecinos fueron palpables desde el primer momento en el que Adriana, quien también juega al fútbol, se puso los zancos para bajar la cuesta ataviada con un chaleco con cintas de siete tonalidades, una saya de color amarillo-naranja con un efecto campana para favorecer el vuelo; una faja azul y un mantón de colores con flecos.
Entre aplausos y frases de apoyo mientras coreaban su nombre, también ató con cintas rojas las castañuelas a sus manos y se lanzó por la cuesta y las escaleras mientras caían algunas gotas de lluvia, aunque ha reconocido, en sus únicas declaraciones a Onda Cero La Rioja, que estaba nerviosa y que no le salió todo lo bien que le hubiera gustado.
Pablo Muñoz, nacido en 2001, es uno de los danzadores que acompañaron a Adriana en su primera bajada, en la que «ella fue una más» y a la que solo le dieron algunos consejos para que mantuviera la calma y que «fuera a su aire».
Este joven, que desde hace diez años se tira por la Cuesta de los Danzadores, ha señalado a EFE que en la Escuela hay unas tres o cuatro chicas más, pero más pequeñas; y Adriana tenía la posibilidad de danzar este año por su edad y «estaba preparada para dar el paso», al igual que lo hicieron Ibai y César, que son de la misma quinta.
La alcaldesa ha afirmado que, pasada una semana, en el pueblo viven con «naturalidad, orgullo y emoción» la decisión de Adriana de ser la primera mujer en «estrenarse» en la Cuesta de los Danzadores, ya que, en años anteriores, hubo otras que pudieron hacerlo, pero, por distintas razones, no debutaron. EFE
Ana Lumbreras