Valencia, 24 sep (EFE).- El delegado de Aemet en la Comunitat Valenciana, Jorge Tamayo, ha asegurado este miércoles que la predicción que se dio el día de la dana fue «magnífica» por parte de esta agencia estatal y que antes de las 10 horas ya estaba la zona afectada por las inundaciones en «aviso rojo».
Eso implicaba que iba a haber «problemas muy importantes» y, por lo tanto, que había que «tomar medidas», ha respondido Tamayo en rueda de prensa al ser preguntado por las declaraciones hechas ayer por el president de la Generalitat, Carlos Mazón, en el Debate de política general en las que se refirió al jefe de Climatología de Aemet en la Comunitat, al que denominó «jefe de las lluvias».
«El jefe de climatología de Aemet es un magnífico profesional, que lo ha demostrado en numerosas ocasiones y siempre ha estado dispuesto a informar puntualmente y de la manera más objetiva posible de lo que hay», ha indicado Tamayo en alusión a José Ángel Núñez.
En relación a si el día de la dana «llovió cuatro veces más de lo que dijimos o no» ha señalado que ya han dicho «por activa, por pasiva y en numerosas ocasiones que cuando se da un aviso rojo se quiere decir que se va a superar un umbral acordado con Protección Civil, de más de 180 litros por metro cuadrado».
«Se supone que cuando las lluvias superen ese umbral, la situación es catastrófica o puede ser catastrófica, puede dar lugar a fenómenos muy intensos, pueden afectar de una manera muy importante a la seguridad de vidas y bienes», ha señalado Tamayo, quien ha aclarado: «Creo que todos entendemos que un umbral quiere decir que es la cantidad mínima».
A partir de ahí, ha añadido, «si tenemos por lo menos esa cantidad, vamos a tener problemas muy importantes. Eso es lo que quiere decir un aviso rojo, que va a haber problemas muy importantes y, por lo tanto, hay que tomar medidas».
«Si van a caer 700 mm, 500 o 400, eso evidentemente no lo sabemos nosotros ni nadie. Lo que sabemos es que tenemos una situación de riesgo, que es un entorno de riesgo y que por lo tanto las cantidades pueden ser muy importantes», ha subrayado.
La predicción de aquel día, «desde el punto de vista profesional, me pareció magnífica porque con lo que estaba pasando e iba a pasar, se dejó claro que no iba a afectar a la ciudad de Valencia -a unos 20 kilómetros de distancia- y que probablemente tampoco iba a afectar al aeropuerto», según Jorge Tamayo.