Rabat, 8 sep (EFE).- Decenas de personas afectadas por el terremoto que hace dos años causó casi 3.000 muertos en varias provincias del sur de Marruecos se manifestaron este lunes en Rabat para denunciar su exclusión de las ayudas estatales para la reconstrucción.

Los manifestantes, procedentes principalmente de provincias como Al Hauz, Tarudant y Chichaua, donde el terremoto destruyó más de 52.000 viviendas y dejó alrededor de 5.000 heridos, pidieron al Estado indemnizaciones por sus casas derrumbadas, ya sea de forma parcial o total.

Los participantes portaron pancartas con los nombres de sus pueblos -como Adasil (Chichaua), epicentro del sismo del 8 de septiembre de 2023 de una magnitud de 6,8-, retratos del rey Mohamed VI, banderas de Marruecos y fotos de sus viviendas afectadas, junto a consignas que reflejaban sus demandas.
Las autoridades marroquíes, que solo indemnizaron a las familias que perdieron su casa principal, anunciaron este domingo que hasta el momento más de 45.800 casas afectadas por el sismo han sido restauradas o reconstruidas de un total de más de 52.000.
Entre los participantes en la protesta de este lunes, un grupo de damnificados de la aldea de Tanirt (Al Hauz) que exhibió un cartel que decía en árabe: «Exigimos justicia y no ser excluidos del apoyo a víctimas del terremoto», mientras sus integrantes corean lemas como «Hoy o mañana, nuestros derechos deben cumplirse».
Malika, participante procedente de la población de Zemuma (Al Hauz), relató a EFE que vive con su familia en la casa de su hermano tras el colapso parcial de la suya, y criticó que las autoridades consideren que su vivienda no merece intervención para reparación. «Pedimos solo el derecho a una vivienda digna», afirmó.
Por su parte, Muad Belgríd, de una de las aldeas de Tarudant, explicó que la mitad de su hogar se hundió completamente y la otra mitad se resquebrajó, pero tampoco ha recibido ayuda alguna para repararla o reconstruirla. Su familia sigue viviendo en una choza improvisada.
La protesta fue organizada por colectivos defensores de los damnificados, que también convocaron una rueda de prensa en la que acusaron a las autoridades marroquíes de difundir datos imprecisos sobre la reconstrucción.
«Las cifras oficiales no son exactas, conocemos la realidad sobre el terreno. Muchas familias fueron excluidas y aún hay decenas de tiendas de campaña», afirmó Muntasir Ithri, de la Coordinadora Nacional de Víctimas del Terremoto.
Aseguró: «Perdí mi hogar, me consideran no residente; soy de la zona pero vivo en Rabat para trabajar y mantener a mi familia».
Tras el terremoto, el Gobierno marroquí asignó un presupuesto provisional de 120.000 millones de dirhams (11.200 millones de euros) a las tareas de reconstrucción en un programa de cinco años.
Para los damnificados, el Gobierno destinó una ayuda mensual de 2.500 dirhams (230 euros) durante un año y cinco meses, y una ayuda que oscila entre 140.000 dirhams (13.000 euros) y 80.000 dirhams (7.500 euros) para personas cuyas viviendas se derrumbaron totalmente o sufrieron daños parciales.