

Además, los talibanes, cuyo régimen opera bajo severas sanciones financieras, publicaron este miércoles una lista de cuentas bancarias para recibir donaciones monetarias directas para las víctimas del seísmo. Estos esfuerzos se suman a los de grandes ONG como la Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (FICR), que ha solicitado 25 millones de francos suizos, unos 31 millones de dólares. Han surgido también canales de ayuda paralelos, como las campañas de recaudación de fondos lanzados por la estrella mundial del críquet Rashid Khan o por la activista de la diáspora Nilofar Ayoubi. Sin embargo, aunque algunas de las carreteras bloqueadas por el seísmo han empezado a reabrirse la llegada de cualquier tipo de ayuda a la zona cero de la catástrofe se enfrenta a las limitaciones crónicas que afectan a Afganistán, que arrastra décadas de crisis económica y social. Por el momento, países como China, la India y Emiratos Árabes Unidos ya han empezado a desplegar sus primeros paquetes de ayuda humanitaria en Afganistán, lo que se suma a los primeros víveres distribuidos por el Programa Mundial de Alimentos (PMA). Por su parte, Nueva Delhi ha desplegado por vía aérea 21 toneladas de suministros que incluyen medicinas, mantas y generadores. En las últimas horas, Médicos Sin Fronteras (MSF) ha desplegado un equipo en las provincias de Nangarhar y Laghman, donde ha entregado kits de traumatología y atención de heridos a dos hospitales desbordados. En las zonas más afectadas, los damnificados dan a EFE testimonio del terremoto, mientras aguardan la llegada de ayuda en forma de refugios, herramientas, alimentos y otras necesidades básicas que les permitan seguir adelante con sus vidas. «La noche del terremoto yo estaba en las aldeas bajas. Cuando ocurrió el temblor, corrí a casa tan rápido como pude. Quería ver cómo estaban todos, pero la casa entera se había derrumbado sobre ellos y todo estaba destruido», dice a EFE Andul Ahmad, residente de 60 años del pueblo de Lichak que perdió a los once miembros de su familia en el seísmo. En la zona han seguido produciéndose réplicas, la más fuerte en la tarde del martes, de magnitud 5,2.










