Afganistán necesita 539 millones para contener la emergencia humanitaria, según el PMA

Refugiados afganos reciben raciones donadas por el gobierno indio, en Kabul, Afganistán, 01 de agosto de 2025. La distribución de ayuda donada por la India comenzó en Kabul para las familias afganas retornadas como parte de una iniciativa más amplia del Ministerio de Refugiados y Repatriaciones, ya que casi dos millones de refugiados afganos han sido deportados por la fuerza en los últimos meses, principalmente de Irán, Pakistán y Turquía. (Afganistán, Turquía) EFE/EPA/SAMIULLAH POPAL

Kabul, 4 ago (EFE).- El Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha hecho una solicitud urgente de casi 540 millones de dólares para continuar sus operaciones humanitarias en Afganistán durante los próximos seis meses, en medio de la grave crisis humanitaria por el flujo constante de retornados desde Irán y Pakistán y el agravamiento del hambre.

Los refugiados afganos reciben raciones donadas por el gobierno indio, en Kabul, Afganistán, 01 de agosto de 2025. La distribución de la ayuda donada por la India comenzó en Kabul para las familias de refugiados afganos retornados como parte de una iniciativa más amplia del Ministerio de Refugiados y Repatriaciones, ya que casi dos millones de refugiados afganos han sido deportados por la fuerza en los últimos meses, principalmente de Irán, Pakistán y Turquía. (Afganistán, Turquía) EFE/EPA/SAMIULLAH POPAL

«La crisis de hambre en Afganistán se agrava cada día (…) El PMA necesita urgentemente 539 millones de dólares para seguir llegando a quienes más nos necesitan durante los próximos seis meses», advirtió la agencia de la ONU en un mensaje publicado en su perfil de X.

Una mujer refugiada afgana recibe una ración donada por el gobierno indio, en Kabul, Afganistán, 01 de agosto de 2025. La distribución de ayuda donada por la India comenzó en Kabul para las familias de retornees afganos como parte de una iniciativa más grande por parte del Ministerio de Refugiados y Repatriaciones, ya que casi dos millones de refugiados afganos han sido deportados por la fuerza en los últimos meses, principalmente de Irán, Pakistán y Turquía. (Afganistán, Turquía) EFE/EPA/SAMIULLAH POPAL

La advertencia se suma a meses de alertas por parte de las Naciones Unidas y otras agencias internacionales sobre el colapso de los servicios básicos y la falta de recursos para atender a los más de 2,5 millones de afganos que han regresado al país este año de manera forzada.

Actualmente, 14,8 millones de personas afrontan niveles críticos de inseguridad alimentaria y más de tres millones están al borde de la inanición, según datos del PMA. Solo en mayo, 280.000 personas fueron excluidas de la ayuda alimentaria, y más de un millón de mujeres y niños dejaron de recibir asistencia nutricional.

La solicitud del PMA llega en un momento de creciente aislamiento y desconfianza internacional hacia Afganistán. Según el Plan de Respuesta Humanitaria de la ONU, Afganistán requería 2.420 millones de dólares entre enero y marzo de 2025, pero a finales de ese trimestre solo se había financiado el 14 %, dejando un déficit superior a los 2.000 millones.

El recorte de fondos ha sido especialmente severo por parte de Estados Unidos. Organismos como ACAPS denuncian que casi la mitad de la ayuda humanitaria estadounidense ha sido congelada tras la orden del presidente estadounidense, Donald Trump, en enero de este año.

Esta caída en la financiación coincide con tensiones renovadas entre los talibanes y Naciones Unidas, después de que el gobierno de facto afgano rechazara como «propaganda» un informe que documenta abusos contra afganos repatriados, incluidos casos de tortura y detenciones arbitrarias.

A ello se suma el informe final del organismo estadounidense SIGAR, publicado esta semana, que reveló el mayor fraude fiscal vinculado a la reconstrucción del país: más de 400 millones de dólares evadidos por un contratista de defensa con vínculos directos con el Pentágono.

El llamamiento del PMA sucede días antes del cuarto aniversario de la toma de Kabul, con Afganistán cada vez más aislado, sin recursos propios y sin una red de protección para millones de personas tras la retirada de la ayuda internacional.