AI acusa al Gobierno de Camboya de ser «cómplice» con los centros de estafa y trata

Fotografía de archivo, tomada el 07/01/2025, que muestra al presidente del Senado de Camboya, Hun Sen (C), junto a su hijo, el actual primer ministro, Hun Manet (D). EFE/EPA/KITH SEREY

Bangkok, 26 jun (EFE).- Amnistía Internacional (AI) acusó este jueves en un informe a las autoridades de Camboya de «complicidad» con la proliferación de centros de estafa y la trata de personas, y alertó de la expansión de estas redes criminales en la nación asiática.

La ONG ve un «patrón de comportamiento de Estado fallido» y una «respuesta lamentablemente ineficaz del Gobierno (camboyano) y el incumplimiento de sus obligaciones de prevenir e investigar adecuadamente la crisis».

Por todo ello, la organización, que entrevistó a víctimas de estas redes criminales, cree que existe «aquiescencia» por parte del Ejecutivo camboyano, y «apunta a su complicidad en los abusos contra los derechos humanos que se están cometiendo».

«Todos los funcionarios públicos sospechosos de estar implicados en la trata o en la corrupción que facilitan estos delitos deben ser investigados y procesados», añade AI, que pide también inspeccionar sitios sospechosos donde presuntamente funcionan otros centros de estafa.

Se trata de complejos cerrados, similares a prisiones, que han proliferado en el Sudeste Asiático y donde trabajadores, engañados normalmente con ofertas de trabajo, son obligados a cometer estafas ‘online’ desde un ordenador, sufriendo una «violencia extrema», afirmó en diciembre Fabrizio Sarrica, investigador de la ONU sobre trata.

«El Estado camboyano ha fracasado flagrantemente en la adopción de medidas adecuadas para poner fin a los abusos generalizados contra los derechos humanos», dice el texto, que identificó en el país 53 centros de estafa desde 2022.

En estos sitios, prosigue el informe, «se han cometido o continúan cometiéndose abusos contra los derechos humanos, como trata de personas, tortura y otros malos tratos, trabajo forzoso, trabajo infantil, privación de libertad y esclavitud».

Desde febrero se ha desarrollado un megaoperativo en Tailandia, China y Birmania que ha liberado a centenares de extranjeros que trabajaban en centros de estafa, que se cree están gestionados por mafias chinas, en la parte birmana de la frontera con Tailandia.

A principios de marzo, el Gobierno de Tailandia dijo que estudia la posibilidad de levantar un muro en su frontera con Camboya, con el objetivo de frenar el tráfico humano hacia los centros de estafa que se asientan allí, pero también en Birmania, Laos y Filipinas, entre otros países.

En abril, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito publicó un informe en el que advertía del crecimiento de estas redes en el Sudeste Asiático, con miles de víctimas procedentes también de África y América.