Srinagar (India), 7 may (EFE).- Al menos diez civiles murieron alcanzados por balas de un intenso intercambio de disparos entre tropas indias y paquistaníes a lo largo de la Línea de Control (LdC), la frontera de facto que divide la región de Cachemira administrada por India y Pakistán, en medio de una escalada entre las potencias nucleares.
Una fuente militar consultada por EFE, indicó que los enfrentamientos ocurrieron entre la noche del martes y la primera hora del miércoles, haciendo de esta la decimotercera jornada de enfrentamientos en la frontera.
Además de los fallecidos, varias personas resultaron heridas y viviendas situadas cerca de la línea de frontera sufrieron daños, especialmente en el sector de Uri, en el norte de Cachemira, según informó un residente local por teléfono a EFE.
“El gobierno está totalmente preparado para hacer frente a cualquier eventualidad. He ordenado a los directores de distrito que trasladen a los aldeanos de las zonas vulnerables a lugares más seguros y les garanticen alojamiento, comida, atención médica y transporte. Garantizaremos la seguridad de todos los ciudadanos”, declaró a EFE el gobernador de la región, Manoj Sinha.
Habitantes de zonas fronterizas como Poonch describieron escenas de pánico y explosiones que comenzaron pasada la medianoche.
“No sabemos dónde ocurrió exactamente, pero sentimos que nuestras casas ya no son seguras”, dijo a EFE un residente de la zona, Zakir Brah. “Si esto sigue así durante el día, tendremos que desplazarnos y aconsejar a otros que hagan lo mismo”, agregó.
Ante el deterioro de la situación de seguridad, las autoridades ordenaron el cierre de todos los centros educativos en cinco distritos de la región de Jammu, y suspendieron los vuelos civiles en el aeropuerto internacional de Srinagar, que fue puesto bajo control de la Fuerza Aérea india.
“El aeródromo está cerrado y no habrá vuelos civiles hoy”, confirmó a EFE Javed Anjum, director del aeropuerto de Srinagar. Otro responsable agregó que la base permanecerá bajo control militar “hasta nuevo aviso”.
El repunte de la violencia se produce tras el lanzamiento de la “Operación Sindoor” por parte de las fuerzas armadas indias, que según fuentes oficiales tenía como objetivo infraestructuras “terroristas” en Pakistán y en la Cachemira administrada por Islamabad.
Esta operación se enmarca como respuesta al ataque perpetrado el pasado 22 de abril en la localidad india de Pahalgam, donde murieron al menos 26 civiles.
Cachemira, una región disputada desde hace décadas entre India y Pakistán, ha sido escenario de constantes enfrentamientos, aunque los últimos incidentes han avivado temores de una escalada más amplia entre los dos países, ambos con capacidad nuclear.