Damasco, 29 abr (EFE).- Al menos dos personas murieron este martes en intensos enfrentamientos armados entre un grupo de atacantes y miembros de la minoría drusa en Jaramana, a las afueras de Damasco, tras la difusión de una grabación falsamente atribuida a un líder druso en la que insulta al profeta Mahoma, informaron diversas fuentes.

“El área de Jaramana fue escenario de choques intermitentes entre grupos de hombres armados, algunos de fuera del área y otros de dentro de ella. Estos enfrentamientos causaron muertos y heridos, incluidos miembros de las fuerzas de seguridad desplegados en el área”, dijo el Ministerio de Interior en un comunicado.

Las fuerzas de seguridad sirias, apoyadas por efectivos del Ministerio de Defensa, acudieron a la zona para contener el estallido de violencia e impusieron un cordón policial para evitar nuevos altercados, según la nota, que no proporciona un balance de víctimas concreto.
Sin embargo, una fuente cercana al Gobierno de transición que pidió el anonimato confirmó a EFE el fallecimiento de al menos dos miembros de la Seguridad General siria durante los choques, que estallaron de madrugada en esa localidad de mayoría drusa a escasos kilómetros de la capital.
Grandes convoyes con hombres armados sin identificar entraron a Jaramana y comenzaron a atacar varios barrios en medio de intensos tiroteos durante los que se emplearon armas ligeras y medias, según un comunicado del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, ONG que contabiliza la violencia desde el inicio del conflicto en 2011.
El Observatorio, por su parte, situó en cuatro el balance total de muertos durante los enfrentamientos y afirmó que otras seis personas resultaron heridas, al menos una de ellas de gravedad, si bien ni las autoridades sirias ni la comunidad drusa han ofrecido todavía una cifra formal de víctimas.
Los choques estallaron después de que un mensaje de audio atribuido a un líder druso y que contenía insultos contra el profeta Mahoma provocara actos de protesta entre la población musulmana suní en algunos puntos del país, pese a que el supuesto responsable se desvinculó del contenido.
El Ministerio de Interior sirio también anunció este martes que las autoridades están investigando la procedencia de la grabación y que sus conclusiones “iniciales” apuntan a que el líder druso acusado de estar detrás de ella no estuvo en realidad implicado, por lo que aún buscan al culpable.
Diversos representantes drusos han llamado a la calma, mientras que los ‘sheijs’ de la Comunidad Unitaria Drusa emitieron una declaración conjunta defendiendo la unidad entre los diferentes grupos religiosos del país y acusando de sedición a quienes tratan de instigar riñas entre ellos.
Los enfrentamientos se producen en un contexto de tensión entre comunidades religiosas en Siria, donde a comienzo de marzo murieron cientos de personas en una oleada de violencia que comenzó con una serie de ataques de combatientes de la minoría alauita chií afiliados al antiguo régimen de Bachar al Asad en sus bastiones de la costa mediterránea contra fuerzas oficialistas.
Las acciones provocaron una intensa campaña en respuesta en la que milicianos afines al Gobierno atacaron a personas de la comunidad alauita, en actos que organizaciones defensoras de los derechos humanos denunciaron como actos de violencia sectaria dirigidos contra esa minoría.