Barcelona, 13 jul (EFE).- La canadiense Alanis Morissette ha cerrado este sábado la 15ª edición del festival Cruïlla con una actuación que ha servido para celebrar los 30 años de su disco ‘Jagged Little Pill’, en una jornada marcada por el aviso de lluvias torrenciales que ha retrasado tres horas el inicio de las actuaciones, algo que no ha impedido llenar el Parc del Fòrum con 25.000 personas.
En un principio, la última tarde de este Cruïlla iba a comenzar a las 18:30 con el concierto de Hermanos Gutiérrez, pero la alerta emitida por Protección Civil a las 14:29 anunciado peligro de inundaciones por lluvias torrenciales ha hecho que la organización pospusiera hasta las 21:00 la apertura de puertas.
Así, una multitud se ha congregado minutos antes en la explanada que da entrada al recinto y, ordenadamente, ha ido accediendo en dirección a los dos conciertos que finalmente han abierto la jornada.
Por un lado, Pau Vallvé ha dado a probar su último ‘Agorafília’ acompañado por Jordi Casadesús y Jordi Torrents, miembros de La Iaia, con temas como ‘Cervell vs cor’ o ‘Pels anys que no hem viscut’, esta última con esencia de Los Planetas, así como ‘Buguenvíl·lies’ y ‘Avui l’únic que vull’, cortes imperdibles de la discografía del barcelonés.
En paralelo, León Benavente se ha presentado en el Parc del Fòrum con su ‘Nueva sinfonía sobre el caos’ recién estrenada, con la que han brillado ‘Úsame/Tírame’ o ‘En el festín’, sin olvidar piezas esenciales de su repertorio como son ‘Ser brigada’ y ‘Ánimo valiente’, muestras de una de las bandas más imponentes del panorama indie-rock patrio.
Una vez terminados ambos bolos, la gran mayoría de los 25.000 asistentes que han pasado por este sábado de Cruïlla se han dirigido diligentemente al escenario principal, donde les esperaba el concierto de la cabeza de cartel de esta 15ª edición del ciclo.
Allí han podido degustar uno de los mejores discos de pop-rock del siglo XX: el ‘Jagged Little Pill’ de la canadiense Alanis Morissette, que este año cumple tres décadas de vida.
La voz poderosa de Morissette ha regalado a Barcelona temas como ‘Hand in my pocket’, con el que ha abierto la noche, ‘Head over feet’ y ‘You learn’, todos incluidos este trabajo de 1995.
Ya sin el miedo inicial a que un diluvio pusiera fin a la noche, el público barcelonés ha podido degustar el rock madurado de ‘Smiling’, ‘Hands clean’, ‘Uninvited’ o ‘Thank U’, con el que Morissette ha puesto punto y final a la velada.
A la vez, otro tótem del rock como es Quimi Portet ha paseado por el Cruïlla su solvencia musical con una hora y cuarto de sus mejores temas en catalán, entre los que no faltado ‘Oh my love’, ‘Homes i dones del cap dret’ y ‘Tinc una bèstia dintre meu’.
«Esta canción es buenísima, cuando hagamos alguna que no lo sea, ya os avisaremos», ha exclamado el que es la mitad de El Último de la Fila antes de ‘Flors i violes’, una máxima que se ha podido aplicar al repertorio completo del astro intercomarcal.
Uno de los platos fuertes de esta jornada ha llegado pasada la media noche de la mano de Viva Suecia, quienes han desplegado grandes himnos del indie nacional como son ‘Dolor y gloria’, ‘No hemos aprendido nada’ y ‘El bien’, planteados en Barcelona con su habitual potencia y descaro.
Precisamente los murcianos han sido uno de los invitados en el concierto especial de Love of Lesbian, quienes han hecho doblete en este Cruïlla con una actuación en la que han celebrado las 15 ediciones del festival junto a varios de sus amigos.
Así, Viva Suecia ha participado en ‘Los irrompibles’, mientras que Alizzz ha hecho dúo con Santi Balmes en ‘Club de fans de John Boy’, Maria Hein ha dulcificado ‘Lucha de gigantes’ y Cala Vento han encendido ‘La niña imantada’, antes de que los organizadores del Cruïlla soplaran las velas de un pastel con ‘Fantastic shine’ acompañados por todos los invitados a la fiesta.
De este modo, pese a la amenaza de la lluvia, el Cruïlla ha cerrado este último día de la 15ª edición con 25.000 asistentes y todas las entradas vendidas. EFE
Guillermo Cabellos
