Albanese, el laborista que busca la reelección en Australia en plena guerra comercial

Fotografía de archivo, tomada el 01/05/2025, que muestra al primer ministro de Australia, Anthony Albanese, durante un acto de campaña en Adelaida. EFE/EPA/LUKAS COCH AUSTRALIA AND NEW ZEALAND OUT

Sídney, 2 may (EFE).- Con un carácter tranquilo y un tono habitualmente sosegado, el primer ministro de Australia, Anthony Albanese, buscará este sábado la reelección en unos comicios que se prevén disputados y que se celebran en medio de una guerra comercial, con la inflación como principal enemigo para el líder laborista.

«Albo», como se le conoce de manera afectiva, llega a estos comicios tres años después de su victoria, con la que le arrebató el Gobierno a la coalición conservadora, tras una década en el poder.

En estos tres años, el Ejecutivo de Albanese ha cumplido varios de sus compromisos sociales como aumentar la financiación del cuidado infantil y elevar los salarios de trabajadores de bajos ingresos, pero estas medidas han palidecido por el aumento de la inflación.

El líder del Partido Laborista, de 62 años, recibió su mayor golpe político en octubre de 2023 con el fracaso del referendo que él mismo impulsó y que pretendía ampliar la representación en política de los pueblos indígenas.

Tras ese revés, su talante negociador le ayudó a reconducir con éxito, durante la primera parte de su mandato, la tensa relación que Australia mantenía con China, mejorada desde que los conservadores dejaron el poder.

Entretanto, en el ámbito internacional se ha mostrado férreo en el apoyo a Ucrania frente a la invasión de Rusia.

La guerra en Gaza entre Israel y el grupo terrorista Hamás ha abierto fisuras en la sociedad australiana debido al aumento, según datos del Gobierno, de los delitos de odio contra la comunidad judía y musulmana, un tema por el que el dirigente tomó la decisión salomónica de nombrar a dos representantes especiales para buscar soluciones, que aún no llegan.

El laborista, que rebajó notablemente su republicanismo en el último trienio, no mencionó durante la campaña la posibilidad de una consulta popular sobre la relación de Australia con la monarquía de Reino Unido, un tema por el que mostró apertura años atrás.

A diferencia de otros dirigentes laboristas, «Albo» tuvo una lenta carrera política hasta que alcanzó la cima, siendo nombrado diputado por primera vez a los 33 años.

Entre 2007 y 2013, año en el que su partido perdió el poder, Albanese ocupó el ministerio de Infraestructura y Transporte y ascendió hasta ser nombrado vice primer ministro meses antes de que los laboristas cedieran el poder. No obstante, no fue hasta mayo de 2019, cuando Albanese se hizo con el timón de su formación.

Ahora, compite en las urnas contra Peter Dutton, líder de la coalición liberal-nacional, descrito por analistas como un político conservador del ala dura, férreo defensor de los combustibles fósiles y que ocupó varias carteras ministeriales en los anteriores gobiernos conservadores, entre ellas Inmigración e Interior.

De resultar reelecto como primer ministro, Albanese seguirá navegando en la guerra comercial iniciada por Donald Trump, que impuso aranceles de 10 % a Australia, una medida que calificó de inamistosa y que, a su juicio, afectará la competencia que existe en la región por la creciente influencia de China sobre el Indopacífico.