Bangkok, 13 mar (EFE).- El laborista australiano Anthony Albanese juró cargo este martes en Australia para un segundo mandato de tres años, que arranca con un gabinete continuista tras una victoria histórica en las elecciones generales del pasado 3 de mayo.

Albanese, de 62 años, y su gabinete de ministros tomaron posesión en una ceremonia en la sede del Gobierno en Camberra, después de que en la víspera el primer ministro presentara su nuevo gabinete, en el que continúan en el cargo los principales ministros.

Richard Marles seguirá al frente de Defensa y como vicepresidente; Penny Wong se mantiene como jefa de la diplomacia; Jim Chalmers continúa como tesorero y ministro de Finanzas; Don Farrell, en Comercio; y Tony Burke sigue en Interior.
Anthony Albanese hizo historia al convertirse en el primer líder laborista en ser reelegido en 21 años.
El Partido Laborista se impuso con contundencia durante los comicios del 3 de mayo, a pesar de que las encuestas vaticinaban una reñida pugna.
Con alrededor del 85 % del voto escrutado diez días después de los comicios, los laboristas se aseguran de momento 93 escaños, muy por encima de la mayoría absoluta, fijada en 76, mientras que la coalición Liberal-Nacional obtiene 42, en una Cámara de Representante con 150 asientos.
Por su parte, el conservador Partido Liberal de Australia eligió este martes como nueva líder a Sussan Ley, de 63 años, que reemplaza a Peter Dutton y se convierte en la primera mujer en dirigir la formación, tras la derrota electoral.
La estrategia de Dutton, comparado en su país con el presidente de EE.UU., Donald Trump, por algunas de sus propuestas, parecía funcionar y le permitía liderar con ventaja las encuestas hasta finales de 2024, cuando, según analistas, sus posibilidades se vieron lastradas por la política arancelaria de Washington, entre otros factores.
Albanese visitará el miércoles Indonesia, su primer viaje oficial tras su reelección, y asistirá el fin de semana a la misa del inicio del pontificado de León XIV en la plaza de San Pedro del Vaticano. EFE
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