Berlín, 24 jun (EFECOM).- El vicecanciller alemán y ministro de Finanzas, Lars Klingbeil, presentó este martes el proyecto presupuestario para 2025 con el que el Ejecutivo del canciller Friedrich Merz efectuará inversiones históricas, y con las que pretende reforzar la defensa del país y relanzar el crecimiento en la mayor economía europea.
Klingbeil presentó un presupuesto que prevé un gasto total de 503.000 millones de euros, de los cuales 115.000 millones -un 22,8 % del total-, se destinarán a inversiones, una «cifra récord», según el titular de Finanzas, que elaboró el proyecto presupuestario tras contar el país con unas cuentas provisionales tras la ruptura del anterior Gobierno de coalición en noviembre pasado.
Con esta cuantía, el nuevo Gobierno germano pretende poner las bases para que el país se reconcilie con el crecimiento económico tras dos años consecutivos de recesión, además de impulsar el gasto militar.
Invertir para «modernizar»
El proyecto presupuestario de Klingbeil apuesta por aumentar el gasto en inversiones para salir de la recesión, pues en 2023 el PIB germano se contrajo un 0,3 % y en 2024 lo hizo un 0,2 %, mientras que para este año se prevé un estancamiento.
«Nada es más costoso que el estancamiento de los últimos años. Por eso es correcto que invirtamos más dinero, que garanticemos mayores inversiones y con ello solucionemos muchas diferencias de los años anteriores», señaló Klingbeil.
El ministro socialdemócrata explicó que el Gobierno destinará desde 2025 partidas millonarias a la «modernización del país» en infraestructuras de transportes, telecomunicaciones, educación, investigación o protección climática.
Así, sólo para este año, el Ejecutivo germano prevé inversiones en la mejora de las infraestructuras de vías férreas por valor de 22.000 millones de euros.
«Invertiremos un total de más de 100.000 millones de euros en la red ferroviaria de aquí a 2029», señaló Klingbeil, que apuntó a que Alemania hasta ahora había sufrido en muchas áreas económicas consecuencias negativas de austeras políticas de gasto en las que se buscaba el superávit presupuestario.
«Nuestro país ha sufrido recortes en muchos lugares, el retraso en las inversiones es enorme y ahora estamos avanzando. Queremos que las excavadoras rueden rápidamente, y las empresas y los empleados de nuestro país se beneficiarán de ello», destacó Klingbeil, que prometió que su ministerio y el Gobierno asegurarán «que cada euro se maneje bien».
Gasto en defensa histórico
Para defensa, las cuentas prevén un gasto de 62.400 millones de euros en 2025, un 2,4 % del PIB, una cantidad sensiblemente superior a los 51.950 millones dedicados a fines militares en el anterior presupuesto y que no dejará de crecer en los próximos años.
«Hasta 2029 subiremos gradualmente el gasto en defensa, de forma que en 2029 alcanzaremos la cuota de 3,5 % de la OTAN», señaló sobre unos planes que dejaron satisfecho al ministro de Defensa, Boris Pistorius.
«Hemos dado un giro histórico en el gasto de defensa», dijo Pistorius, cuyo ministerio se ha visto favorecido por las modificaciones constitucionales logradas antes de que comenzara la legislatura y que permiten al país endeudarse por encima del 1 % del PIB para hacer frente al gasto militar, además de la creación de un fondo de 500.000 millones de euros para inversiones en infraestructuras para los próximos doce años.
Según Pistorius, a los 62.400 millones de euros se suman 24.400 millones de euros del fondo especial, por lo que si el Parlamento aprueba el proyecto presupuestario, «el Ejército dispondrá de más de 86.000 millones de euros para 2025».
Ese dinero incluye 10.000 nuevas contrataciones de soldados previstas para el Ejército este mismo año.
Críticas de la oposición
Junto al alza de las inversiones, el presupuesto de Klingbeil contempla, por otro lado, un aumento del endeudamiento de 82.000 millones de euros.
El titular de Finanzas defendió esa decisión en un momento en el que el país tiene una deuda pública de sólo el 63 %, un porcentaje muy inferior al de países como Francia o Estados Unidos, que se encuentran por encima del 100 %.
El endeudamiento, precisamente, fue uno de los motivos por los que de desde la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), el principal partido de la oposición, se criticó el proyecto de presupuesto de Klingbeil, pues se estima que hasta 2029 el Estado se vaya a endeudar con 850.000 millones de euros.
Por su parte, la formación ecologista de Los Verdes reprochó al Gobierno no aprovechar una «oportunidad histórica» en la lucha contra el cambio climático y redujo las cuentas de Klingbeil a un «reparto de regalos electorales» y un «tapado de agujeros presupuestarios», al tiempo que desde la formación izquierdista La Izquierda se criticó el millonario gasto militar.