Alemania crecerá este año un 0,2 % y un 1,3 % en 2026, según el Gobierno

La ministra alemana de Economía, Katherina Reich, poco antes de presenta este miércoles las proyecciones económicas de otoño del Gobierno para 2025. EFE/EPA/CLEMENS BILAN

Berlín, 8 oct (EFE).- Alemania, tras dos años estancada, crecerá este año un 0,2 % y un 1,3 % en 2026, impulsada sobre todo por el consumo privado y las inversiones, según las previsiones del Gobierno alemán presentadas este miércoles por la ministra de Economía, Katherina Reich.

En 2027, el crecimiento, según las mismas predicciones, será del 1,4 %.

Los estímulos no vendrán del comercio exterior sino, ante todo, del consumo interno y de las inversiones.

El consumo interno, según las expectativas del Gobierno, se verá estimulado por la estabilidad de los precios, los aumentos salariales y algunos alivios a los consumidores, lo que llevará a un aumento de la capacidad adquisitiva de los ciudadanos.

A ello se agrega el estímulo derivado de las inversiones públicas en infraestructuras y en defensa, así como de las inversiones privadas.

Reiche advirtió de que los buenos datos no pueden ocultar el hecho de que buena parte de la recuperación coyuntural que se espera vendrá del gasto estatal y agregó que este impulso sólo tendrá repercusiones si se implementa de manera rápida, para lo que se requiere acelerar los procesos de planificación y aprobación de proyectos.

A largo plazo, según Reiche, sólo se podrá lograr un crecimiento sólido si se acometen reformas en distintos campos.

«Para lograr crecimiento a largo plazo tenemos que hacer reformas que han venido siendo aplazadas, reducir los costes de la energía, fomentar las inversiones privadas, hacer frente al problema de una carga fiscal muy alta en comparación con otros países y reducir la burocracia», dijo.

Además, según Reiche, se requiere abrir nuevos mercados y facilitar las innovaciones. «Alemania tiene empresas innovadoras tanto entre jóvenes emprendedores como en la mediana industria y en los grandes consorcios. Tenemos que aprovechar ese potencial. Nuestro país es capaz de más», aseguró.

El crecimiento puede ser mejor de lo pronosticado, según las estimaciones del Gobierno, si se materializan más rápidamente planes de alivios fiscales o si se reducen las tensiones internacionales, tanto en el plano comercial como en el geopolítico.

Por otro lado, hay riesgos derivados de la política intermitente de EE.UU., tanto en el plano comercial como en el ámbito geopolítico, de posibles recrudecimientos de crisis o del eventual debilitamiento de socios importantes de Alemania.

El pronóstico contempla un indice de inflación del 2,1 % este año, del 2,0 % en 2026 y del 2,2 % en 2027.

El porcentaje de paro estará en el 6,3 % este año, bajará en 2026 al 6,2 % y en 2027 al 6,0 %.

La gerente de la Confederación Alemana de Cámaras de Industria y Comercio (DIHK), Helena Melnikov, señaló que, pese al pronóstico que anuncia un regreso a la senda del crecimiento, hay problemas estructurales que permanecen y que de momento hay pocas mejoras para las condiciones de la actividad económica.

«Los problemas estructurales permanecen y las mejoras de las condiciones de la actividad económica casi no se notan. Por eso las expectativas de crecimiento siguen siendo moderadas», dijo Melnikov en un comunicado.

«Con ello no se puede hacer frente a las tareas de nuestro tiempo como el cambio demográfico, la transformación del suministro energético y la construcción de una nueva arquitectura de seguridad. Para una verdadero auge se necesitan mejores condiciones», agregó.

Concretamente, Melnikov señaló algunos aspectos que ya había tocado Reiche en su intervención como la necesidad de reducir los costos de la energía y laborales, así como disminuir la burocracia y rebajas fiscales.

Melnikov admitió que muchas de las medidas contempladas en la agenda de modernización del actual Gobierno «apuntan en la dirección correcta» y agregó que es necesario que se aprueben y se implementen rápidamente.

Los pronósticos representan una revisión al alza de las estimaciones de primavera que contemplaban para 2025 crecimiento cero y para 2026 un aumento del PIB del 1,0 %.

El factor clave para la revisión es la creación, a través de una reforma constitucional, de un fondo especial para inversiones en infraestructura, dotado con 500.000 millones de euros, financiados con créditos, así como el cambio de la regla fiscal que permite un aumento más fuerte del gasto en Defensa.