Londres, 11 jul (EFE).- La Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido (UKHSA, en inglés) y la oficina meteorológica Met Office han emitido este viernes una alerta ámbar para gran parte de Inglaterra ante la llegada de la tercera ola de calor del año, con temperaturas previstas de hasta 34 °C en algunas zonas.
La alerta ámbar -la segunda más grave en un sistema de cuatro- afecta a varios condados del centro, este y sur inglés, mientras que el norte del país se encuentra bajo una alerta amarilla, la tercera después de la roja y la ámbar.
Las advertencias, que estarán en vigor hasta las 9 hora local (8 GMT) del lunes, tienen como objetivo anticipar el posible impacto en la salud del calor, de modo que los servicios de emergencia y la población estén preparados, especialmente para atender a personas mayores o con enfermedades crónicas y bebés.
Al mismo tiempo, se ha impuesto por primera vez este año una prohibición del uso de mangueras en el condado norteño de Yorkshire y partes de North Lincolnshire y Derbyshire, lo que afecta a unos cinco millones de personas.
La medida, que impide regar jardines, lavar coches o llenar piscinas portátiles, responde a la escasez de reservas de agua, como consecuencia de haberse experimentado la primavera más cálida y seca desde que hay registros en la región.
Según la compañía Yorkshire Water, los embalses se encuentran al 50 % de su capacidad, cuando lo habitual para esta época del año es en torno al 80 %.
Se han decretado restricciones de agua también en los condados sureños de Kent y Sussex, donde se esperan algunas de las temperaturas más altas.
Esta es la tercera ola de calor que afecta al Reino Unido este 2025, en un contexto de creciente sequía y niveles de temperatura récord.
Así, el pasado 1 de julio se alcanzó la máxima más alta del año hasta ahora con 35,8 °C en Faversham, en el sureste de Inglaterra, y junio fue el mes más cálido jamás registrado en esta región desde que empezaron los cómputos en 1884, según la Met Office.