Alertan de que el cachalote va hacia la extinción local en Canarias por choques con buques

imagen de archivo de cachalotes en las costas canarias. EFE ***SÓLO USO EDITORIAL***

Santa Cruz de Tenerife, 22 may (EFE).- Investigadores del Centro Oceanográfico de Canarias (IEO/CSIC) y de la Universidad de La Laguna (ULL) han alertado este jueves de que las colisiones de buques con cachalotes están encaminando a la población de esta especie de cetáceo en Canarias a la extinción local.

En un escrito remitido a los medios, los investigadores Natacha Aguilar (IEO/CSIC) y Marc Solá (ULL) han señalado que las dos últimas muertes de cachalotes producidas en los últimos días se “evidencia que este grave problema continúa”, tras el varamiento de una hembra de tan solo 9 metros y de la aparición a la deriva de un macho juvenil.

En el caso de la hembra es probable que “solo se haya reproducido una vez, o ninguna, antes de morir arrollada”, mientras que en el caso del segundo ejemplar su tamaño sugiere “que no tendrá la oportunidad de contribuir a recuperar la población”, han detallado los expertos.

En este sentido, han lamentado que en Canarias “ya se han perdido demasiados” ejemplares y han apuntado que los últimos estudios muestran un declive “catastrófico”, con una reducción a la mitad en la abundancia del cachalote en Canarias.

Han recordado asimismo que una hembra de cachalote solo tendrá unas 10 crías en su vida y que en cada una invierte un gran esfuerzo: más de un año de gestación (14-16 meses para parir una cría de unos 4 metros de longitud, varios años de lactancia y aún más tiempo de guía, hasta que los machos jóvenes abandonan el grupo familiar materno a unos 10 años de edad.

“Aunque pueden moverse centenares o incluso hasta cuatro mil kilómetros en busca de alimento, tienen fidelidad espacial por su territorio natal. Los machos madurarán solitarios en aguas frías y se unirán a los clanes matrilineales solo en viajes migratorios de reproducción, cuando alcancen unos 30 años de edad”, han detallado los investigadores.

Para Aguilar y Solá no tiene sentido que si los humanos ponen límites de velocidad al tráfico en zonas habitadas, en el océano, sin embargo, el límite de velocidad lo marque la tecnología.

“En menos de lo que dura la vida de un cachalote -unos 70 años- se ha más que duplicado la velocidad de los barcos y se ha aumentado en más de un 100 % el número de buques que transitan su hábitat -en algunas zonas un 300%-. Los cachalotes necesitan descansar en superficie para realizar sus proezas de buceo, y si interrumpen su descanso cada vez que oyen un buque, no podrían recuperar fuerzas para cazar en buceos que pueden alcanzar casi 3 kilómetros de profundidad y más de dos horas de duración, en apnea”, han abundado los expertos.

Por último, han recordado que Canarias es un importante enclave para el cachalote en el Atlántico noreste, pues se reproduce y se encuentran grupos familiares en todas las estaciones, con individuos reconocidos a lo largo de los años.