Guillermo Cabellos y Sergio Andreu

Barcelona, 12 jun (EFE).- Juega sobre seguro el cantante, productor y compositor Alizzz, que este jueves ha presentado en la jornada inaugural del Sónar temas de su segundo álbum, ‘Conducción temeraria’, canciones pop cómodas y de escucha fácil, sin muchos vericuetos en los que derrapar.
Poco se puede añadir de la carrera como productor de Cristian Quirantes o Alizzz, (Rosalía, C. Tangana, Becky G…) que en 2021 años ‘saltó’ al otro lado del micrófono para desvelar con voz propia su faceta más personal (‘Tiene que haber algo más’), senda que ha seguido con un trabajo que, curiosamente, no ha sonado mucho en el SónarPark, ya que ha optado por una ‘set list’ repleta de las composiciones con las que ha sabido nutrir a otros artistas.
El de Castelldefels ha elegido para comenzar una versión oscura de ‘Carretera perdida’, tema que abre el disco, en la que su voz susurrante (a veces recordaba casi a David Summers) se perdía bajo el muro de sonido.
Alizzz es un hombre estudio, pero sabe tratar al público como un ‘frontman’ más para sacar adelante, por ejemplo, ‘Ya no vales’ (popular por C.Tangana), ‘Dónde estás’, ‘Amanecer’ (su encuentro con Rigoberta Bandini), ‘Todo me sabe a poco’ -ejemplo de ese tono de desencanto vital que tienen algunas de sus composiciones- o ‘Despertar’, canción que interpreta junto a Maria Arnal en ‘Conducción temeraria’.
Ha sido entonces, en el ecuador del concierto, cuando el cantante se ha referido a la polémica por el boicot de una cuarentena de artistas contra el Sónar por la vinculación del festival con el fondo KKR, con inversiones en Palestina.
«Todo lo que tengo que decir sobre el boicot lo he dicho en redes’, ha gritado al público, antes de que en la pantalla mural del escenario se haya podido leer una serie de mensajes: ‘Libertad para Palestina. Paremos el genocidio. Suprimir KKR (‘Delete KKR’). La cultura es nuestra’, que él mismo ha rematado con y «El Sónar también es nuestro», para delirio de sus fans.
A ese momento reivindicativo ha seguido otro y con ‘Qué pasa nen’ Alizzz ha querido mostrar su orgullo por ser de la comarca barcelonesa del Baix Llobregat, «como Rosalía y Estopa», y ha seguido la estela con una muy guitarrera ‘Mirando el techo’ y el hit tangana/Rosalía ‘Antes de morirme’.
Cuando se aproximaba el final, no ha tenido problemas en pedir sugerencias al público, que le ha contestado casi al unísono: ‘El encuentro’, el dúo con Amaia, que sintetiza muy bien las dos caras de Alizzz, esa producción pluscuamperfecta y su facilidad para conectar con los que tiene delante, a los que ha hecho sentar antes de acabar el concierto con ‘Salir’ y abandonar el escenario mientras sonaba la aterciopelado ‘Blue Velvet’.
Un poco antes, en esas horas del mediodía en las que el Sónar suele programar a artistas locales, ha sido el momento de la madrileña Nina Emocional, que ha ofrecido un show atmosférico, teatral, en el que, acompañada de unos bailarines, ha ejercido como una especie de hechicera en la apropiada oscuridad tenebrosa del SonarHall, ideal para sus jadeos electrónicos sobres bases dub y morosas cumbias electrónicas.