Álvaro Pombo, Premio Cervantes: “Nos hemos convertido entre influencers y mercachifles”

El escritor Álvaro Pombo momentos antes de recibir el Premio Cervantes 2024, este miércoles en el paraninfo universitario de Alcalá de Henares, un acto que será presidido por los reyes de España. EFE/ Ballesteros/POOL

Alcalá de Henares (Madrid), 23 abr (EFE).- El escritor Álvaro Pombo (Santander, 1939) ha recibido este miércoles el Premio Cervantes con un discurso, leído por el también escritor Mario Crespo, en el que ha lamentado que “ahora nadie se bate en duelo por su honor, ni por el honor de España, ni por el del Tato”.

Los reyes Felipe y Letizia junto al ministro de Cultura, Ernest Urtasun (i), y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso (d) al inicio del acto de entrega del Premio Cervantes 2024, al escritor Álvaro Pombo, este miércoles en el paraninfo universitario de Alcalá de Henares. EFE/ Ballesteros/POOL

“Nos hemos convertido entre influencers y mercachifles”, ha dicho el autor santanderino, de 85 años, tras recibir el más importante galardón de las letras españolas de manos del rey Felipe VI y la reina Letizia, en una ceremonia marcada por el luto por el fallecimiento del papa Francisco.

Los reyes Felipe y Letizia junto al ministro de Cultura, Ernest Urtasun, a su llegada al acto de entrega del Premio Cervantes 2024, al escritor Álvaro Pombo, este miércoles en el paraninfo universitario de Alcalá de Henares. EFE/ FERNANDO VILLAR

En silla de ruedas, con chaqué, corbata negra y gorro de lana, Pombo ha presenciado la lectura de su discurso en el paraninfo universitario, junto al ministro de Cultura, Ernest Urtasun, los reyes y numerosas personalidades de la política y cultura, entre ellos la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

En la apertura no se han realizado los tradicionales honores militares, las banderas han estado a media asta y tanto las autoridades como el premiado han lucido el negro de luto en sus vestimentas, pero sí ha sonado el himno de España.

Como ya había adelantado, el novelista, poeta y ensayista ha centrado su discurso en la fragilidad en Cervantes, con citas al respecto del Quijote y de la novela ‘El licenciado Vidriera’, al considerar que éste es “el gran tema que va con nosotros en toda nuestra vida y en todo nuestro día a día”.

“Hoy sigue siendo, quizá más que nunca, el gran tema: la fragilidad ante la enfermedad, ante la soledad, ante la injusticia, ante la inseguridad, ante la falta de convicciones, ante las causas perdidas”, ha señalado el escritor, cuya presencia en el acto estuvo en duda hasta el último momento por cuestiones de salud.

“La fragilidad del ser humano ante las más diversas instituciones que parece que no le amparan a uno, en una sociedad cada vez más ininteligible”, ha precisado el autor de novelas como ‘Contra natura’ (2005) o ‘Santander, 1936’ (2023).

Pombo ha confesado que eligió este discurso, ‘Una fenomenología de la fragilidad’, hace muchos años para leerlo aquí, si acaso le “caía del cielo” este premio, porque “refleja y expresa toda una fenomenología de la fragilidad hispana y de la fragilidad del mundo y de la fragilidad mía también”.

Pero ha matizado que una narrativa de la fragilidad “no tiene por qué ser una narrativa fragilizada o rompible” sino que puede ser “tan inquebrantable como el propio texto de Don Quijote de la Mancha”.

Pombo ha recordado, como ya adelantó en la rueda de prensa posterior al anuncio de la concesión del premio, que está escribiendo en estos momentos una novela sobre la liquidación del colonialismo español.

“La fragilidad de España nos lleva una vez más a levantar una capilla a Santiago Matamoros y luego los moros matan a los españoles de Santiago Matamoros: fue el desastre de Annual, la fragilidad de España”, ha señalado antes de lamentar que ahora nadie se bate en duelo “por su honor, ni por el honor de España, ni por el del Tato”.

También ha recordado que Cervantes fue “un hombre profundo y pobre”, según Ortega y Gasset y ha estimado “muy posible que para alcanzar la grandeza en España, para superar la fragilidad, tengamos todos que llegar a la profundidad y a la pobreza”.

El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, ha dedicado sus primeras palabras al recuerdo de Mario Vargas Llosa, “uno de los más universales escritores en nuestro idioma”, fallecido hace diez días y que también recibió este galardón en 1995.

Urtasun ha calificado a Pombo de “verso único, suelto y excepcional” de las letras españolas contemporáneas y “una paradoja gozosa” para los amantes de la literatura, por ser un “autor excéntrico” y “exiliado, al borde de la historia, siempre en un imposible lugar”.

Citando a James Joyce y su ‘Retrato del artista adolescente’, Urtasun ha dicho que “el silencio, el exilio y la sagacidad” podrían ser las enseñas del escudo heráldico de Pombo, “porque en el silencio brota el cariz trascendental de su prosa y de su pensamiento” así como su “pulsión metafísica”.

No obstante ha calificado su narrativa de “bulliciosa” al ser “ante todo, diálogo, conversación, alarde barroco o rico ejercicio de retórica”, con el fin último de comprender el mundo y ofrecer ese entendimiento al lector y con un lenguaje que es “suyo y de nadie más”.

Urtasun ha contrapuesto su desarraigo, consecuencia de su exilio londinense, con la presencia de los paisajes de su infancia en sus obras -Santander, Madrid, Palencia o Valladolid- y le ha situado en el mismo “árbol genealógico” que a autores como Ortega, Sartre, Rilke, Elliot, Henry James o Graham Greene.

A su juicio, “todo lo que vibra en la obra de Álvaro Pombo” es “el alimento esencial de Don Quijote de la Mancha”.

El jurado del Cervantes, presidido por el anterior ganador, Luis Mateo Díez, ha reconocido en Pombo su capacidad de crear “un mundo literario propio que conmueve” y su “extraordinaria personalidad creadora, lírica singular y original narración”.