Marina Estévez Torreblanca
Madrid, 10 sep (EFE).- Alejandro Amenábar ha asegurado a EFE este miércoles que desde que hace muchos años declaró que era gay «nunca» había sentido homofobia, «pero de pronto hay un pequeño pollo alrededor» de la película ‘El cautivo’, que este viernes se estrena, «cuando yo ni siquiera estoy planteando que Cervantes fuera homosexual», subraya.
«Lo que estoy planteando es que Cervantes pudo haber establecido una relación muy especial con su captor, pero, en cualquier caso, ¿y si hubiera planteado que es homosexual? ¿dónde está el problema?», se pregunta en una entrevista antes del estreno en cines de la película en la que retrata los cinco años de cautiverio en Argel del escritor de ‘El Quijote’.
El ganador del Óscar por ‘Mar adentro’ reconoce que no teme la reacción del público ante esta cinta ya estrenada en el Festival de Toronto, e insiste en que «haber escondido este elemento que formaba parte de la trama» y que aparece planteado como hipótesis en muchos libros de historia, «habría sido ridículo».
«Hace meses ya que testé esta película con el público de diferentes edades y sensibilidades y funcionó realmente bien. Por eso confío mucho en la película una vez se haya visto. Lo que me inquieta más es la polémica que se pueda estar generando antes de verse», remarca.
Así, Amenábar deja claro que «la película no es solo la intimidad sexual de los personajes, es mucho más» y sobre todo «un homenaje al arte de narrar historias, sobre la libertad y la libertad intelectual».
«Estoy seguro de que a Cervantes le encantaba sorprender con sus historias», añade sobre un personaje al que define como «ese icono absolutamente desconocido» y «lleno de ‘fake news’ a su alrededor», al que él ha pretendido «bajar del pedestal a la tierra» intentando aproximarse a lo que pudo ser su personalidad.
Todo ello en un contexto histórico, su cautiverio en el Argel del siglo XVI, que «parece una novela de Alejandro Dumas», con un Cervantes que intenta escapar cuatro veces y todas ellas es capturado y que pasea por una ciudad «mucho más libre y diversa» que el mundo cristiano. «La gente se sorprendería de la enorme base real de lo que contamos», explica el director.
Su protagonista es Julio Peña (‘Berlín’), que asegura que está «encantado» y «tranquilo» ante los debates suscitados. «El cine está para provocar cosas, y a mí me encanta salir movido cuando veo una película», algo que, a su juicio, ‘El cautivo’ está consiguiendo ya antes de su estreno.
En su preparación del joven y aventurero Cervantes, a Peña le gustaba leer sus libros «y empezar a andar por mi casa imaginándome que era él. He tenido momentos muy bonitos así», confiesa junto a su compañero de reparto, el italiano Alessandro Borghi, que en la película interpreta a Hasán, el misterioso y temido Bajá de Argel.
En la trama tienen también un papel importante dos personajes históricos que estaban en la misma prisión que Cervantes, los religiosos Antonio de Sosa (Miguel Rellán) y Blanco de Paz (Fernando Tejero), «dos supervivientes que se libraban día a día de que los mataran», relata el primero.
«Yo represento la Inquisición, la censura, el dedo acusador de la sociedad. Y también represento a una víctima, no solamente de ese cautiverio, sino del suyo propio», añade Tejero.
El actor de ‘El penalti más largo del mundo’ explica que el fraile «siente que le han hecho daño y él hace daño, es un enfermo de odio con cero empatía», es un «homosexual homófobo», como él mismo confiesa que ha podido ser en algunos momentos de su vida como reacción a los ataques. «A mí me han apedreado, me han llamado maricón desde el lugar más odioso», relata, una vivencia que en parte le ha ayudado a construir su personaje.