Ceuta, 19 jun (EFE).- La organización Amnistía Internacional ha denunciado este jueves que acceder al asilo en Ceuta es «una carrera de obstáculos casi insuperable», debido a la «impunidad» con la que actúan en la frontera las fuerzas de seguridad y a la colaboración de las autoridades españolas y marroquíes.
En una rueda de prensa, Amnistía Internacional ha informado de una misión que han realizado sobre el terreno, con testimonios de solicitantes de asilo, de la que se deduce que todavía se producen «devoluciones en caliente», a pesar de estar prohibidas por el Derecho Internacional.
«Acceder al asilo en Ceuta depende de la destreza del nadador o de su fortaleza física al saltar la valla, o de la suerte. Las autoridades españolas y marroquíes tratan de evitar que puedan acceder a su derecho al asilo», ha manifestado el director de Amnistía Internacional (AI) en España, Esteban Beltrán.
Para AI, esta «impunidad» de las fuerzas de seguridad «se ve reforzada por el no cumplimiento de algunas sentencias judiciales» por parte de las autoridades o el no reconocimiento, cuatro años después, de que se expulsó ilegalmente a menores de edad en agosto de 2021.
Esta organización ha entrevistado a personas que buscan protección internacional, algunas de ellas procedentes de lugares en actual situación de conflicto armado o pertenecientes a minorías sexuales perseguidas en Marruecos y Argelia.
«Primero deben superar las redadas de la policía marroquí en los alrededores de Ceuta; posteriormente, nadar en el mar durante varias horas sin ser interceptados por patrulleras o saltar la valla y, finalmente, evitar que la policía española les devuelva en caliente a Marruecos», ha afirmado Beltrán.
Ha criticado la «imposibilidad» de que una persona que huye de la guerra o de otras violaciones de derechos humanos pueda solicitar asilo en los puestos fronterizos entre España y Marruecos, lo que, según AI, «desmiente de nuevo el argumento del Gobierno español ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de que, para justificar las expulsiones sumarias y sin procedimiento en las vallas, los solicitantes de asilo podían hacerlo en puesto fronterizo».
Los marroquíes o argelinos tienen dificultades añadidas a la hora de pedir asilo, ya que no pueden realizar las peticiones de asilo desde el CETI, sino que tienen que hacerlo a través de una aplicación y con un teléfono español.
Aunque AI no tiene datos de cuántas devoluciones «sumarias y sin respetar ningún tipo de procedimiento y garantías» se han producido en 2025, asegura que la mayoría de las personas entrevistadas cuentan que han intentado saltar la valla o tratado de entrar nadando a Ceuta y han sido expulsadas en varias ocasiones por la policía española o se les ha impedido el acceso a España por parte de la policía marroquí.
A Amnistía Internacional también le preocupa, tras las conversaciones con la Delegación del Gobierno durante la visita, la renuencia de las autoridades a cumplir con sentencias judiciales, entre ellas una del 24 de marzo de 2025, del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, que «ha considerado que expulsar a las personas que entran por mar sin respetar el procedimiento administrativo previo que incluya garantías como la asistencia letrada es ilegal».
Amnistía Internacional ha visitado varios centros de menores en Ceuta, que tiene bajo tutela alrededor de 400 niños. Para la organización resulta «preocupante» que algunos de los menores se encuentren en instalaciones como naves o edificios prefabricados que no cumplen con las condiciones adecuadas, especialmente el centro de primera acogida Nueva Esperanza, que se encuentra en una nave en un polígono industrial abandonado.
