Javier Herrero.
Madrid, 19 jun (EFE).- Siete años después de su último disco de temas inéditos, Ana Belén regresa sin perder la mirada «curiosa» de cuando era niña con un álbum feminista con impases solemnes, como el que reivindica a las «mujeres asesinadas en Gaza», pero sobre todo con ánimo de celebrar la vida.
«Yo soy optimista pese al momento, porque creo en la gente», afirma a EFE la cantante y actriz, atenta y cauta ante los posibles «pasitos atrás», pero convencida de que, como en la huelga del metal en Cádiz estos días, aún «hay mucha involucración en tener el Estado de Bienestar que se supone que todos deberíamos disfrutar».
Producido por su hijo David San José y con composiciones de autores como Pedro Guerra o Luis Ramiro, el título de su nuevo trabajo discográfico, ‘Vengo con los ojos nuevos’ (Altafonte), trata en parte de eso.
«Todo tiene que ver con que las cosas no te sean indiferentes y con eso enlazo con él ‘Solo le pido a Dios’. Tiene que ver con mantener una mirada de curiosidad, de una cierta inocencia y, desde luego, de algo que me ha acompañado desde siempre: saber que no sé nada y cada vez menos», explica a sus 74 años.
Ana Belén, que aún se reconoce «en esa niña inocente e incluso tonta que fue», se emociona al manifestar que lo que más echa de menos de ese pasado es a sus padres. De su madre, en concreto, recuerda en este disco un consejo que le dio cuando comenzaba en esta profesión.
«La primera vez que salí de gira tenía 17 años y recuerdo que mi madre me dijo: ‘No dejes que nadie te invite, porque además a ti te están pagando un sueldo y tú te pagas lo tuyo’. Porque aunque nuestras madres no tuviesen los mimbres que tenemos nosotras, tenían cierta sabiduría», rememora, antes de subrayar que por eso siempre ha apostado por que «la independencia de las mujeres va unida a la independencia económica».
Es un mensaje de autosuficiencia femenina que se repite varias veces en el repertorio, que además reivindica a aquellas amas de casa que ‘Sin tacón ni carmín’, «y por medio de los movimientos vecinales, fueron las que consiguieron asfaltar calles o que llevaran agua corriente a los barrios». «Es algo que no se debería olvidar», insiste.
Uno de los temas más comprometidos y solemnes es el segundo corte, cuando canta y exige «que no hablen en mi nombre y paren de mentir», dedicado a «esas mujeres que pensamos que están tan alejadas de nosotras y que mueren en Gaza… que asesinan en Gaza más bien».
«Porque no se mueren de un ataque al corazón, sino que son asesinadas en Gaza junto con sus hijos, la población más indefensa», denuncia, ante la ofensiva militar que Israel lleva a cabo en ese territorio, con más de 15.000 niños muertos según cálculos de Naciones Unidas.
En la entrevista no se olvida de otras mujeres silenciadas, las mujeres trans, incluso por sectores del feminismo que no las reconocen como tal. «No puedes a estas alturas negar cosas que son, negar a tantas mujeres que han luchado por ser mujeres, con años de operaciones dolorosas muchas de ellas», defiende en el mes del Orgullo LGTBIQ+.
Pero hay mucho más en ‘Vengo con los ojos nuevos’, sobre todo ganas de celebrar, por ejemplo a ‘Lisboa’, ciudad a la que dedica un corte. «Sí, porque me importa la alegría y me importa celebrar», asiente Ana Belén, que en temas como ‘Mala para los huesos esta humedad’ o ‘Cinecittá’ se ríe además del ánimo nostálgico que a veces nos invade.
«Para ese nostálgico que toca un poquito los cojones y que piensa que todo antes era mejor y no, lo que ocurre es que lo asocias a una época de juventud donde parecía que los veranos eran mejores, cuando lo que te pasa es que estás mayor», se ríe la artista, que prosigue la gira en la que presenta estos temas y sus clásicos.
El 21 de junio, Día Europeo de la Música, estará en la sala Mozart de Zaragoza. Después visitará otros puntos como Santa Cruz de La Palma el 26 de junio, el ciclo madrileño de Noches del Botánico el 3 de julio, la plaza de toros de Toledo el 5 de julio o las Noches de la Maestranza de Sevilla el 5 de septiembre, por citar algunas.