Jerusalén, 7 ago (EFE).- Una nueva investigación de Médicos Sin Fronteras (MSF) publicada este jueves concluye que los centros de distribución de alimentos de la estadounidense Fundación Humanitaria para Gaza (GHF, en inglés) son lugares de «asesinatos orquestados y deshumanización» y deberían ser cerrados.
A través de datos médicos y testimonios de pacientes y de profesionales recogidos en dos clínicas de MSF en la Franja de Gaza, la organización señala «la violencia selectiva e indiscriminada por parte de las fuerzas israelíes y contratistas privados estadounidenses contra palestinos hambrientos» en los centros de este grupo, autorizado por Israel para distribuir comida en la Franja.
Por ello, MSF pide el fin de este sistema de reparto de ayuda, que se devuelva la gestión a la ONU y llama a los Gobiernos de todo el mundo, especialmente al de Estados Unidos, a que dejen de financiar y apoyar a la GHF.
«Un laboratorio de crueldad»
Según el Ministerio de Sanidad palestino, cientos de personas han muerto por disparos del Ejército israelí o tumultos cuando acudían a recibir ayuda a los centros de la GHF, que han sido duramente criticados por organizaciones internacionales y la ONU, y están ubicados en zonas bajo control militar israelí.
«En los casi 54 años de operaciones de MSF, rara vez hemos visto tales niveles de violencia sistemática contra civiles desarmados (…). Los sitios de distribución de la GHF que se disfrazan de ‘ayuda’ se han transformado en un laboratorio de crueldad», alega la directora general de MSF, Raquel Ayora, en un comunicado, donde pide que se acabe inmediatamente con este sistema.
En el informe ‘Esto no es ayuda, es un asesinato orquestado’, MSF documenta algunos de los casos ocurridos desde que Israel permitió la entrada de comida en Gaza -después de meses de bloqueo total- a través de este esquema militarizado de reparto de ayuda.
«Al no tener alternativas para encontrar comida, las familias hambrientas a menudo envían a adolescentes a este entorno letal, ya que suelen ser los únicos hombres de la casa con la capacidad física para hacer el viaje», describe la organización, que ha atendido a múltiples menores de edad heridos de bala en sus clínicas.
Así, Ayora describe a «niños disparados en el pecho mientras buscaban comida, personas aplastadas o asfixiadas en estampidas, multitudes enteras acribilladas a balazos en los puntos de distribución» como las escenas que han recopilado a través de los testimonios.
Ataques intencionados
El 11 % de los atendidos por heridas de bala en las clínicas de MSF en Al Mawasi (sur de la Franja) recibieron disparos en la cabeza o el cuello y el 19 % en el pecho, abdomen y la espalda, y los atendidos en Jan Yunis (suroeste) recibieron la mayoría disparos en las extremidades inferiores.
Para MSF, «los distintos patrones y la precisión anatómica de estas lesiones sugieren fuertemente ataques intencionados a personas dentro y alrededor de los sitios de distribución, en lugar de fuego accidental o indiscriminado».
«Los sitios no son más que un esquema mortal, que institucionaliza la política de hambre de Gaza de las autoridades israelíes que comenzó el 2 de marzo, con el asedio total que impusieron en la Franja como parte de su campaña genocida en curso», apunta la organización.