Madrid, 20 abr (EFE).- La gimnasta brasileña Rebeca Andrade, ganadora de seis medallas olímpicas, aseguró este domingo en Madrid que nunca pensó que “sería la atleta más importante de Brasil” y admitió que estuvo a punto de retirarse dos veces cuando sufrió la primera lesión de ligamento cruzado de rodilla en 2015 y la tercera en 2019.
“Nunca creí que fuera la atleta más importante de Brasil. El mensaje es que se puede conseguir, es importante tener una estructura detrás, pero está dentro de una, creer en ti misma y si puedo ser referente para los jóvenes es muy bueno. En Brasil todas las personas me tratan como si fuera de su familia espero poder vivirlo más veces”, dijo.
Andrade compareció en conferencia de prensa como candidata al premio Laureus por su regreso a la competición, después de haber sufrido tres roturas de ligamento cruzado de rodilla en 2015, 2017 y 2019, y reconoció que estuvo a punto de retirarse por la primera y la última de estas lesiones.
“La primera pensé abandonar, pero mi madre no me dejó, me dijo que iba a hacerlo por miedo y sabía que me iba a arrepentir toda la vida. En 2019 cuando sufrí la tercera tuve un ataque de ansiedad, pero encontré una fuerza dentro de mi, sabía que necesitaba ayuda pero que dependía de mi misma y me di cuenta de lo fuerte que era. Fue un momento clave en mi vida y aquí sigo, sigo estando fuerte y así es como he podido superar las adversidades”, relató.
Andrade (Guarulhos, 1999) elogió también la valentía de la gimnasta estadounidense Simone Biles, cuando esta decidió retirarse en los Juegos de Tokio 2020 por un problema de salud mental, y destacó su “capacidad de superación” y los momentos “históricos” en el podio de París 2024 junto a ella.
“No he pasado por lo mismo que ella, pero sí me preocupaba Simone, creo que es una deportista muy fuerte y me encanta ver cuál es su capacidad de superación, yo me comparo a ella. Estar en el podio fue un momento histórico con tres mujeres negras de distintos países, con sus propias historias y escuchar el himno de mi país. Todavía se me pone la piel de gallina”, confesó.