Maadid (Marruecos), 6 may (EFE).- El costarricense Andrey Amador (San Ramón de Alajuela, 38 años), 15 años de profesional en ruta, 11 de ellos en la estructura del Movistar, es el nuevo rey de la Titan Desert de Marruecos. Un éxito que premia la paciencia, la valentía y el pundonor de un ciclista que hace un año “nació de nuevo” tras verse debajo de un camión que lo atropelló en Barcelona mientras se entrenaba.
Un percance que además le costó la retirada definitiva del ciclismo, con alguna secuela, y que ahora recuerda de manera gráfica y detallada luciendo el maillot rojo de líder de la Titan Desert.
Volví a nacer
“Cogí una curva derecha y me salió un camión de frente. Me derrapé y me atropelló. Tuve una suerte muy grande, como si volviera a nacer, porque me metí abajo del camión y luego me pasó una rueda por encima del pie. Me salvo de algo peor que la rueda pasara por la parte donde estaba el eje del pedalier, y también me protegió la zapatilla, que quedó destrozada”, rememora el costarricense.
Esa “suerte” le produjo múltiples fracturas en el pie, tantas que no se podía operar ni fijar los huesos, solo esperar a que los huesos fueran soldando de forma natural. Finalmente, la paciencia “y la capacidad de recuperación que tienen los deportistas” evitaron la pérdida del pie. Tres meses después ya estaba en proceso de recuperación
El “diablillo” le dio el tercer aviso
Aquello fue un tercer y definitivo aviso para pensar en dejar la bicicleta. Meses antes se fracturó la clavícula y el radio y luego varias costillas. “Un diablillo” le dio un tercer aviso. Y no esperó al cuarto. En 2024 se retiró después de 2 temporadas en el EF Education, su último equipo World Tour.
El accidente de Barcelona llegó en el momento más inoportuno, pues su equipo tuvo la excusa perfecta para no renovarle el contrato. “Me dieron un poquito la espalda en el sentido de que lo que querían era que lo dejara porque preferían tener gente más joven, y no confiaban en que me pudiera recuperar”.
“Me atraparon por esa parte vulnerable y decidí dejarlo e 2024”, comenta, tras asegurar que le hubiera gustado colgar la bicicleta con buen sabor de boca, y no por un accidente.
Gira triunfal por España en 2025
Amador llegó a Ibiza en Semana Santa cargado con su bicicleta tras dos días de viaje, pero pleno de ilusión, ya que en la isla vivió su pasión por la BTT, ganando además la clasificación individual. Luego venció en Los Monegros y ahora cierra la trilogía en Marruecos.
“Cuando me retiré en 2024 dije que no volvería a subir a un avión por el ciclismo. Eso era una de las cosas que a mí más me cansaba: tener que salir y alejarme de la familia; pero ya luego te das cuenta de que el ciclismo es tu pasión, y al final te apuntas a estas cosas”, comenta.
Amador, fichaje de lujo para el KH-7 de la Titan, es el menor de los tres hijos de una pareja poco común: su madre, Raisa Bikkazakova, es rusa y su padre, Rodolfo Amador, es costarricense de origen español. La abuela paterna de Andrey era gallega, pero a los 15 años su familia emigró a Costa Rica, porque España vivía la Guerra Civil (1936-1939).
Del Lizarte al World Tour
En 2008 llegó a España y una oferta del equipo aficionado navarro Lizarte, del fallecido Manolo Azcona, le cambió la vida para siempre.
“A mí lo que me gustaba era la bicicleta de montaña, y además se me daba mejor que el ciclismo de carretera. No haber hecho BTT fue como un sueño frustrado. Empecé a hacer ruta para entrenar las competiciones de montaña, entonces se me presentó la oportunidad de venir a España”, cuenta el que después sería ganador de etapa en el Giro de Italia en 2012 y ‘maglia’ rosa durante una jornada en 2016.
En sus años de profesional, la casa ciclista del costarricense fue el Movistar, los dos primeros años llamado Caisse D’Epargne, ya dirigido por Eusebio Unzué.
“A Movistar puedo estar agradecido de por vida, fueron los que, junto con Manuel Azcona, me dieron todas las oportunidades, un gran equipo, un equipazo. La verdad que no queda más que agradecimiento. En 2019 decidí apartarme e ir al Sky, después Ineos. Algunos piensan que me fui únicamente por dinero, pero fue al contrario porque no ganaba más. Me atrajo el tema de aprender un idioma y estar en una estructura que siempre me llamó la atención”, comentaba a EFE Amador en la Vuelta a Ibiza.
El sueño de fomentar el ciclismo en Costa Rica
El sueño de Andrey Amador es devolverle al ciclismo todo lo que le ha dado este deporte a él, y para ello, qué mejor que formar un equipo y promover el ciclismo en su país, en Costa Rica.
“Cada vez se respira más ciclismo, y hay más cultura de deporte”, explica Amador, quien reconoce que “antes se vivía sólo el fútbol”, pero que “poco a poco la gente ha ido buscando alternativas como el ciclismo o el atletismo” y en su país “hay una oleada muy grande con este deporte”.
El ‘tico’ relata que hay jóvenes que tienen la mentalidad de correr en Europa, algo que “no es fácil”, ya que, advierte, “no es solamente ir y tener garantizado un cupo en profesionales”.
El exciclista del Movistar se ve como promotor de carreras y “el entrenador más barato del mundo”, ya que entrena a 2 ó 3 chiquillos, sin cobrar nada, todo por simple pasión. Pretende crear y fortalecer la carrera que lleve el nombre de Federico Ramírez, un excorredor costarricense de orígen humilde, un campesino que no tuvo la oportunidad de viajar al extranjero a correr.
“Soy una persona que puedo vivir con lo justo, con mi familia, tengo mis hijas y ahora lo que quiero es devolverle al ciclismo lo que a mí me ha dado”, dice, al tiempo que sueña “con tener un velódromo” en Costa Rica para que los jóvenes de su país puedan competir sin importarles el efecto de las potentes lluvias.
Carlos de Torres