Redacción Internacional, 19 ago (EFE).- Su personaje de Euriclea en la película de Uberto Pasolini ‘El regreso de Ulises’ (‘The return’), basada en la ‘Odisea’ de Homero, que se estrena este viernes, le ha dado a la actriz española Ángela Molina la posibilidad de reflexionar sobre los efectos en el ser humano de las guerras y se plantea cuál es la extraña razón por la que la paz está «solo en manos de unos cuantos».
«¿Por qué una guerra no se puede erradicar sin otra guerra?, es como pretender que un fuego se apague echando más leña, es imposible, pero es algo que sigue sucediendo», señala Molina (Madrid,1955) en una entrevista con EFE para hablar de su último trabajo en el que comparte pantalla con Ralph Fiennes (Ulises) y Juliette Binoche (Penélope), entre otros actores.
De ellos, la actriz, que interpreta a la mujer que crió al héroe griego, dice que «son seres con una sabiduría de lo humano absolutamente magistral» y, ahora ya, colegas y amigos a los que conserva en su corazón y admira «profundamente».
El filme, rodado en la isla griega de Corfú y en la península del Peloponeso, se centra en el regreso de Ulises a Ítaca, diez años después del fin de la guerra de Troya, donde le espera su mujer, la reina Penélope, fiel a su memoria, y resistiéndose a las presiones para que vuelva a contraer matrimonio.
Molina «mágica»
Molina, quien Pasolini dice que es «mágica» – ella dice de él que es «un ser especial» -, recuerda la espectacularidad del decorado, la belleza pura de la naturaleza, del mar, «ese lugar hipnótico donde se supone que vivieron estos seres míticos».
La esencia de ‘El regreso de Ulises’, según la intérprete española, es que «no aborda el tiempo, sino lo que somos, seres humanos los unos para los otros, y lo que necesitamos los unos de los otros. Las verdades que nos duelen y que nos sorprenden, porque nos enfrentamos a cosas desconocidas».
«Tengo la sensación de que esa es nuestra responsabilidad, tener fe en el mundo y cuidarlo en todos los sentidos, desde la naturaleza hasta los sentimientos», afirma.
Y pone como ejemplo a Euriclea, su personaje, que «pretendía ser una llama en la esperanza de la reina que esperaba siempre a su hombre, como mujer sobre todo, más que como reina».
«Yo (como Euriclea) soy testigo absoluto de todo, me he criado y envejecido en ese hogar, he ganado mi confianza, y saben que estoy ahí. Es un personaje que mantiene la esperanza, ese es mi rol», explica.
Una fortaleza, la de la nodriza, que se ve reflejada también en la reina Penélope, mujeres fieles, leales, firmes y cuidadoras en un entorno hostil.
«El ombligo de la mujer es el ombligo con Dios, es la creación, estamos aquí por eso. Y la mujer es muy consciente de que ella, de alguna manera, sigue siendo madre en la vida, en todos los aspectos. A través del milagro de ese amor sucede todo», subraya Molina.
Nuevos proyectos «interesantes y distintos»
No es la primea vez que la actriz española, perteneciente a una conocida saga de artistas, trabaja en una producción internacional ni en una lengua que no es la suya: «No es fácil, pero estoy acostumbrada a hacerlo en inglés, francés e italiano», dice.
Y explica que la clave está en la musicalidad de los idiomas, «los hables mejor o peor, el idioma lo vas a respetar musicalmente».
Su próximo proyecto, que empezará a rodar en breve en París, una versión de ‘El fantasma de la ópera», será en francés, y después llegarán otros, «interesantes y distintos», pero «no soy mucho de contar lo que todavía no está firmado», concluye.
Alida Juliani