‘Animales peligrosos’ da un giro al cine de tiburones con un asesino en serie como villano

Imagen de 'Animales peligrosos'. EFE/selecta Visión.

Ignacio Blanco

Madrid, 14 ago (EFE).- El director de cine australiano Sean Byrne promete a los espectadores «una experiencia tiburón como la que nunca habían tenido antes» en su nueva película ‘Animales peligrosos’, con la que desafía al género al incorporar a un asesino en serie obsesionado con usar a sus víctimas como comida para tiburones.

La película, coproducción entre EE.UU y Australia que llega a las salas de cine españolas el 14 de agosto, lleva al medio del mar a Zephyr (Hassie Harrison), una surfista inteligente y de espíritu libre que es secuestrada por un marinero y asesino en serie, lo que la lleva a intentar escapar antes de que él lleve a cabo un ritual de alimentación a los tiburones.

En una conversación con EFE, el novel cineasta expresa que desde ‘Tiburón’, de Steven Spielberg, «todas las películas han ido a lo mismo», al retratar al animal como el asesino, pero él piensa que los tiburones solo son peligrosos «cuando los manipula el ser humano».

«Quien realmente es tóxico es el ser humano, porque los tiburones jamás atacan si tú no los provocas», asegura Byrne.

Al invertir los tópicos del cine de tiburones, la película juega con ese doble sentido que lleva al público a preguntarse quién es realmente el ‘animal peligroso’ en la trama: «El gancho es que al final se está más seguro en el agua que fuera del agua, lo que implica que el peligro está en el barco».

Pese a ello, Byrne no abandona al público afín al cine de tiburones, ya que para él esta película fusiona los dos subgéneros: el terror de los tiburones y el thriller de los asesinos en serie.

Además, el cineasta cree que la película sale reforzada con la interpretación de Harrison como actriz protagonista, una mujer «física y mentalmente fuerte y resistente» que «llevaba a Zephyr dentro de ella».

«Estaba aterrado por rodar en el mar»

Imagen de 'Animales peligrosos'. EFE/selecta Visión.

Tras sus dos películas previas, ambas de terror -‘Cita de sangre’ de 2009, y ‘Los caramelos del diablo’, de 2015-, el australiano cree que ha dado ahora un salto como director, al demostrarse que es capaz de hacer una película de acción, con decorados más amplios, y encabezar un rodaje solo en exteriores, en pleno mar.

«Desde luego rodar en el mar es un reto. No hay otra palabra. Estaba aterrado, pero tuve la suerte enorme de tener un equipo que ya tenía experiencia, muy profesional. Y aún así ellos también lo pasaron mal, o sea, para poder rodar en el mar tienes que tener una planificación perfecta, milimetrada», subraya Byrne.

También destaca el contraste con sus dos primeras producciones en cuanto a presupuesto, ya que ambas fueron rodadas en espacios cerrados y con recursos «mucho más pequeños». «Esto era ya un presupuesto mucho más importante», dice.

Para Byrne, lo importante ahora es que el espectador «vea algo un poco bastante salvaje, bastante loco, y viva una montaña rusa», y espera que se cumpla su promesa de «entretener y divertir a la gente».

«Lo que quiero es que tengan una experiencia tiburón como la que nunca habían tenido antes, porque es algo que ya era hora de que ocurriese», concluye.

Imagen de 'Animales peligrosos'. EFE/selecta Visión.