Madrid, 22 abr (EFE).- Por primera vez en dos décadas, los carteles promocionales del Masters 1000 de Madrid que irrumpen en la Caja Mágica durante las dos próximas semanas, carecen de la imagen, como gran reclamo, de Rafael Nadal, apartado de la circulación deportiva que acapara ahora, en gran parte, Carlos Alcaraz como uno de los nuevos referentes del tenis mundial.
Las secuelas del legendario ‘Big Three” se mantienen aún en el evento madrileño con Novak Djokovic, el último representante de una camada legendaria, tanto por su trayectoria como por su figura. Nadie ha ganado más que el serbio, aún vigente en el tour como aspirante a cualquier triunfo como posible ganador. Con un poder de convocatoria sin igual. Y presente en Madrid.
Alcaraz y Djokovic concentran la expectación del Masters 1000 que en este 2025 irrumpe por vigésima tercera vez en Madrid. Todos menos Jannik Sinner, el número uno del mundo que afronta el tramo final de su sanción de tres meses por dopaje, positivo en clostebol, están presente en este gran torneo que durante dos semanas aglutina a las mejores raquetas del circuito.
El murciano, dos veces campeón, en el 2022 y el 2023 y que afronta su quinta presencia en la Caja Mágica tiene en el horizonte al serbio, en tres ocasiones triunfador aunque la última en el 2019, tal y como deparó el sorteo que configura el recorrido del cuadro. Ambos van por el mismo lado. No habrá una final entre ambos, una reedición de la de París 2024, la más reciente. Si avanzan, coincidirán antes; en semifinales.
Porque la derrota en la final del torneo de Barcelona ante el danés Holger Rune desplazó a Alcaraz, que jugó mermado el partido decisivo del Conde de Godó, al tercer lugar del ránking ATP que poco antes había recuperado tras ganar el Masters 1000 de Montecarlo. Es el alemán Alexander Zverev, que también presume de dos coronas en la Caja Mágica además de una final, la del 2022 que perdió con el murciano, el que como flamante ganador del torneo de Múnich asciende desde esta semana al segundo peldaño de la clasificación ATP.
Es el de Madrid el segundo Masters 1000 sobre tierra de la temporada. Noventa y seis tenistas con 32 cabezas de serie en cada cuadro inician la carrera por el título. Seis victorias, en los cabezas de serie, separan del éxito final a los jugadores. Siete a los que no lo son.
La vigésima tercera edición del Masters 1000 de Madrid es la primera sin Nadal. Fue un 30 de abril del 2024 cuando el ganador de veintidós Grand Slam, el cinco veces entronizado en Madrid, el jugador que más páginas bellas, llenas de épica y de momentos inolvidables ha trazado en la trayectoria del evento madrileño, decidió decir adiós a la Caja Mágica. Un choque en sesión nocturna ante el checo Jiri Lehecka cerró la historia del balear en el torneo.
Había enfilado y asumido Nadal el adiós próximo a su recorrido como profesional y el torneo decidió un homenaje, un adiós a la altura de la leyenda. En el centro de la pista Manolo Santana cogió el micrófono y ofreció un adiós emocionado.
Veinte participaciones, más que nadie, en la competición madrileña y cinco títulos. Dos horas y dos minutos duró su último baile en la Caja Mágica. Arranca una nueva era en Madrid. El primer año sin Nadal. Que coincide con la quinta presencia de Alcaraz en el evento.
El murciano, heredero por repercusión y aspiración, por palmarés y recorrido, absorbe todo el aliento del seguidor español. Llega al torneo de Madrid con veinticuatro victorias y cinco derrotas en lo que va de 2025. Con el segundo puesto y el título a tiro, pendiente de su estado físico ante la exigencia que supone la Caja Mágica. Las molestias en el psoas alertan a la competición que afronta por quinta vez en su carrera.
Alcaraz, que en este curso ya ha triunfado en Róterdam y el Montecarlo y que en arcilla presenta un bagaje de nueve partidos ganados y solo uno perdido, ante Rune en la final del Conde de Godó, quiere recuperar la corona madrileña que fue suya en el 2022 y 2023 y que el pasado curso se le marchó en los cuartos de final, en el duelo ante el ruso Andrey Rublev, al final campeón.
Debutó el murciano en el 2021 con una invitación. Alcanzó la mayoría de edad en el choque de segunda ronda contra Rafael Nadal, ante su ídolo. Todo fue a mejor desde entonces. Un año después ya se coronó campeón tras ganar en el camino al propio Rafa, a Djokovic en semifinales, en un duelo inolvidable, y al alemán Alexander Zverev en la final.
Empezó a escribir su leyenda en Madrid Alcaraz, tercero del mundo ahora, que acelera hacia su gran objetivo, Roland Garros que conquistó el pasado año. En su camino en Madrid se cruza Djokovic con el que ya ha compartido alguno de los momentos más lustrosos de la historia reciente del tenis. Final en Wimbledon, final olímpica, cuartos de final del Abierto de Australia….Cuentas por saldar ante uno de los jugadores con más presente y futuro del momento y el más grande, en cuanto a éxitos, de siempre, Novak DJokovic.
Afronta el serbio, sin título alguno en este 2025, un nuevo intento por lograr el título 100 de su carrera. Se resiste el ganador de veinticuatro Grand Slam a echarse a un lado, a seguir el camino de Roger Federer y Rafael Nadal que previamente colgaron la raqueta. Se siente vigente, activo y con opciones el balcánico, el veterano del nuevo tenis. Resiste ante el empuje de una nueva generación.
En Madrid están todos excepto el número uno del mundo, Jannik Sinner que cumple su sanción de tres meses por dopaje, positivo en clostebol. Nunca ha brillado especialmente en Madrid el tenista de San Cándido, el tipo que se interpone en el camino de Alcaraz en el circuito. Solo tres veces ha jugado en la Caja Mágica el número uno del mundo. Segunda y tercera ronda en sus primeras participaciones. Y en el pasado curso se retiró por lesión antes de jugar los cuartos de final con el canadiense Felix Auger Aliassime.
Por el otro lado del cuadro, Zverev, garantía de competitividad y brega en Madrid. El germano, el más combativo de la generación intermedia entre la del big three y la camada que lideran Sinner y Alcaraz, está asentado desde hace tiempo en el podio de la clasificación mundial. Flamante campeón en Múnich, finalista del Abierto de Australia, es un clásico en este Masters 1000 que disputa por octava vez con tres finales a sus espaldas. Dos acabaron con éxito y el título bajo el brazo, la otra con una derrota.
Un español será el primer rival del germano. El que gane del duelo entre Roberto Bautista y Jaume Munar. Por su lado, además, el vigente campeón, Andrey Rublev, que consiguió el trofeo más importante de su carrera el pasado 2024 que afrontó enfermo durante varios días pero con una gran predisposición.
El danés Holger Rune, octavo favorito, campeón en Barcelona y que apuntaba a animador del tour junto a Sinner y Alcaraz por edad, por generación, el ruso Daniil Medvedev, beneficiado por la altura madrileña, el noruego Casper Ruud o el estadounidense Taylor Fritz, tercer cabeza de serie, son adversarios en el recorrido del alemán.
La nueva hornada checa con Jakub Mensik, Thomas Machak o Jiri Lehecka tiene siempre algo que decir. Igual que el joven brasileño Joao Fonseca, revelación den el Abierto de Australia y otro de los reclamos de la competición que irrumpe esta semana en Madrid.
Santiago Aparicio