Antoni Ros-Marbà afronta «sereno» el estreno de su primera ópera ‘Benjamin a Portbou’

El director Antoni Ros-Marbà ha presentado a sus 88 años la primera ópera de su carrera 'Benjamín a Portbou', inspirada en la vida del filósofo alemán de origen judío Walter Benjamin , que se suicidó en su huida de los nazis, una obra encargada por el Gran Teatre del Liceu. EFE/Andreu Dalmau

Barcelona, 15 jul (EFE).- Siguiendo aquella máxima de Einstein de que la vida es como andar en bicicleta y que para mantener el equilibrio hay que seguir moviéndose, el maestro Antoni Ros-Marbà, a sus 88 años, afronta «sereno» el estreno mundial el día 19 de su primera ópera, ‘Benjamin a Portbou’, inspirada en la vida del filósofo alemán de origen judío Walter Benjamin.

Acompañado por el director artístico del Gran Teatre del Liceu, Víctor Garcia de Gomar; el tenor Peter Tantsints, que se pondrá en la piel de Benjamin; de la directora escénica, Anna Ponces, y de Santi Vilanova y Eloi Maduell, de Playmodes Studio, Ros-Marbà no ha obviado este martes que está experimentando una «vivencia, muy directa, muy fuerte emocionalmente, pero debemos tener serenidad», a la vez que ya no tiene la «asignatura pendiente» como compositor de «una obra de creación».

Espera llevar a «término este barco tan complejo y que ha tenido que hacer la travesía deprisa, vigilando» y ahora toca «sortear las trampas que puedan haber», agradeciendo al Liceu la propuesta y el haber podido crear una «atmósfera de trabajo extraordinaria».

Aunque, nunca se sabe, probablemente esté a las puertas de mostrar al gran público, en dos funciones semiescenificadas los días 19 y 20 de julio en el Liceu, su primera y última ópera, un encargo del teatro barcelonés, que dirigirá él mismo, concebida en dos actos y trece escenas a partir del libreto en inglés del fallecido actor, músico y profesor de canto Anthony Carroll Madigan, con el que trabajó durante más de seis años codo con codo.

Obra «muy dramática», que terminó de componer en 2016, le llevó a Ros-Marbà a adentrarse en el universo de Walter Benjamin, quien se suicidó la noche del 26 de septiembre de 1940 en un hotel de Portbou (Girona), a donde había huido escapando de la barbarie nazi.

En la ópera, además del filósofo, aparecen otros personajes históricos como Hannah Arendt, que interpreta la mezzosoprano Marta Valero o Bertolt Brecht, cuya voz será la del tenor David Alegret.

El reparto lo completan el barítono Joan Martín-Royo (Gerhard Scholem), la mezzosoprano Laura Vila (Dora Pollack Benjamin), la soprano Elena Copons (Asja Lacis) y la soprano Serena Sáenz (Angelus Novus), todos ellos secundados per Pau Armengol, Ruth González, Alexandra Zabala, Olga Szabo y Cristina Tena, así como por los actores Bea Segura y Lluís Marquès.

Entrar en un mundo nuevo

Para la encargada de la dirección escénica, Anna Ponce, Ros-Marbà ha abierto un «capítulo nuevo» en su trayectoria, con una música nunca escuchada antes, lo que supone «entrar en un mundo nuevo», en el que predomina la biografía de Walter Benjamin, a partir de su muerte y con saltos hacia atrás en el tiempo, hasta su juventud, aunque no siguiendo estrictamente una cronología.

Asimismo, el público podrá conocer el pensamiento del intelectual, alguien que, junto con Hannah Arendt, contaron la historia «desde la perspectiva de los vencidos» y no se obvia que ambos fueron los primeros en «autonombrarse refugiados», un término que resuena actualmente con «un goteo de refugiados siempre cruzando fronteras».

En el escenario, un elemento más que visible será la instalación lumínica ‘Signes’, que se pudo ver en el Festival Llum BCN 2023, a cargo de Playmodes Studio.

Hacer llegar la vertiente intelectual y humana de Benjamin

Peter Tantsits, que cada día se siente más Benjamin, excepto en lo relativo a su «misoginia», se ha mostrado feliz de regresar al Liceu con este proyecto que ve como un «poema escénico», que requiere, en su caso, de un «esfuerzo denso».

Dejándose bigote, afeitándose la barba para un mejor parecido con el filósofo alemán, el tenor estadounidense ha considerado que su papel sirve de «puente» entre el pensamiento de Benjamin y el público, es quien proyecta su «vertiente intelectual y su vertiente humana» consiguiendo que la «filosofía sea tangible».

Tampoco ha obviado que la voz de la orquesta es «fundamental» para establecer el diálogo con Benjamin y su personaje.

A la vez, no ha dejado pasar que al tratarse de una ópera en inglés «sería bonito que se internacionalizara», ha concluido.

Por el momento, para las dos funciones previstas en Barcelona, la ocupación media es del 62 %, aunque la del domingo, día 20, hoy está en torno al 56 %.

Un réquiem sin partes de terror

Por otra parte, en su comparecencia, Antoni Ros-Marbà ha desvelado que trabaja en otros proyectos como su primer réquiem, una obra que será «muy particular» porque no contendrá «partes de terror», que sustituirá por poemas de varios poetas catalanes sobre la vida y la muerte.

Con ganas de seguir pedaleando, ha avanzado que su título podría ser ‘Réquiem de la Mar Nostra’ o ‘Réquiem a la Mar Nostra’.