Antonio Ruz realiza un alegato a la diversidad de cuerpos y a la individualidad en ‘Norma’

"¿Quién decide cómo debe de ser tu cuerpo, qué debes hacer con él o de quién te enamoras?", así de rotundo se expresa el coreógrafo y bailarín Antonio Ruz, que plasma en 'Norma' una reflexión crítica sobre el concepto de normalidad. EFE //IMAGEN CEDIDA POR LA COMPAÑÍA DE ANTONIO RUZ //

Madrid, 7 may (EFE).- “¿Quién decide cómo debe de ser tu cuerpo, qué debes hacer con él o de quién te enamoras?”, así de rotundo se expresa el coreógrafo y bailarín Antonio Ruz, que plasma en ‘Norma’ una reflexión crítica sobre el concepto de normalidad.

“La danza es nuestra herramienta, un vehículo de expresión para hablar de temas que tocan a la humanidad, hacerlo a través del cuerpo es muy verdadero”, ha explicado a EFE este miércoles Antonio Ruz que presenta ‘Norma’ en los Teatros del Canal de Madrid del 9 al 11 de mayo en el marco del Festival Madrid en Danza.

Ruz asegura que la pieza expone un “alegato a la individualidad, una celebración de todo tipo de cuerpos y su diversidad con el baile, sin rencor”.

Siempre dispuesto a representar a través de la danza temas de actualidad -la guerra fue en el espectáculo ‘Pharsalia’- ahora le toca el turno al cuerpo y a la fijación por mantener unos supuestos estándares normativos.

“Pero, ¿quién los marca?”, se pregunta el director de ‘Norma’, que recuerda un diario que comenzó con 17 años, un momento en el que estaba forjando su identidad y sexualidad, y en el que uno de sus capítulos comenzaba con la frase ‘Quiero ser normal’.

“Tenía implícito un sentimiento de vergüenza, de culpa y frustración y es curioso que treinta años después, a través del trabajo, podamos hacer exorcismos”, reflexiona Ruz, que aclara que la pieza no tiene un componente personal, intenta con ella que el público se identifique con esa sensación de estar al margen por vestirse o expresarse.

El coreógrafo y bailarín cordobés, Premio Nacional de Danza 2018, incide en que no hay que convertirse en esclavo de un sistema en el que imperan la apariencia y los estereotipos.

Ruz considera que en la danza debe de haber algo más que entretenimiento y belleza, “el cuerpo en movimiento provoca esa catarsis”, pero advierte que para él la danza actual debe de abordar temas que “nos escuezan como sociedad”.

Incide en que este es un tema pertinente, “el público se siente identificado porque alguna vez se ha sentido juzgado”, por ello lo aborda desde el movimiento más primario como se movería un cuerpo travestido, animal o mutilado.

La pieza, que ha obtenido dos galardones -coreografía y vestuario- en los XV Premios de la Danza de Andalucía, ha tenido un amplio recorrido y aún le esperan diferentes destinos que la mantendrán en los escenarios hasta el próximo año.

Un espectáculo con dramaturgia de Rosabel Huguet, en la que no todos los intérpretes forman parte de su compañía como es el caso de Begoña Quiñones, Alicia Narejos y Manuel Martín, una manera más de romper las normas.

Del elenco forman también parte el actor Chelís Quinzá y el artista drag Carlos Carvento con los que ha querido “romper las etiquetas” y permitir al público oír y observar por la mirilla.