Apenas 70 personas acudieron a la vigilia por el papa en la catedral de Buenos Aires

Una persona sostiene un periódico con la imagen del papa Francisco durante una misa en su honor este sábado, frente a la Catedral Metropolitana de Buenos Aires (Argentina). EFE/ Stringer

Buenos Aires, 26 abr (EFE).- Contra todo pronóstico, apenas 70 personas, pertenecientes al Movimiento Evita y llegados en su mayoría de barrios populares, participaron en la vigilia que se convocó la madrugada de este sábado ante la catedral de Buenos Aires para despedir a Francisco, el papa argentino.

Fotografía de una figura alusiva al papa Francisco durante una misa en su honor este sábado, frente a la Catedral Metropolitana de Buenos Aires (Argentina). EFE/ Stringer

Para dar el último adiós al que fuera arzobispo de Buenos Aires antes que sumo pontífice y considerado el “papa de los pobres” se había desplegado un fuerte operativo de seguridad, con numerosos cuartos de baño portátiles, en previsión de que una multitud pasara la noche en la Plaza de Mayo y alrededores.

Un hombre llora durante una misa en honor al papa Francisco este sábado, frente a la Catedral Metropolitana de Buenos Aires (Argentina). EFE/ Stringer

Sin embargo, había más personal de atención ciudadana y de seguridad, así como periodistas, que fieles y curiosos.

Los jóvenes del Movimiento Evita sí estuvieron toda la noche, en la que tuvieron que soportar lluvia y quienes al amanecer se fueron retirando a descansar para regresar a la homilía que se celebrará en la catedral a las 10 hora local (13.00 GMT).

La sensación que se respiraba al alba en la Plaza de Mayo, donde se ubica la catedral de Buenos Aires, era de soledad, mientras se despedía a Francisco en Roma en una gran ceremonia trasmitida en directo por las televisiones argentinas.

Soli Próspero, una de las jóvenes que participaron en la vigilia y militante de la junta sindical de la Central General de Trabajadores (CGT), explicó a EFE que se formó como catequista con los curas villeros, al destacar la influencia que tuvo Francisco en esos entornos populares.

“Pido a Dios que no se apague la llama que encendió Francisco. Las antorchas representan ese deseo, ese anhelo y también esa necesidad imperiosa de que no se cierren las puertas que él abrió, de que podamos realmente ser coherentes, como él lo fue”, manifestó sobre el encendido de antorchas a las puertas de la catedral de Buenos Aires.

Según la joven porteña, “las antorchas representan en esta vigilia un anhelo, una necesidad de poder llevar adelante la bandera de la justicia social, que es un mensaje que vino a traer un loco allá hace 2000 y pico de años, que fue muy malinterpretado durante mucho tiempo y que Francisco supo ponerlo con humor, con alegría y cerca del pueblo, con las palabras concretas y sencillas para que todos podamos acceder a ese mensaje”.

Se espera que fieles y curiosos acudan en las próximas horas a la Catedral para escuchar la homilía de despedida del papa argentino.