Toledo, 15 abr (EFE).- Toledo ofrece historia, patrimonio y obras de artistas como El Greco, pero no todo el mundo repara en la importancia que tiene la ciudad en el arte contemporáneo y en las vanguardias, algo que es complementario con lo anterior: “La ciudad tiene que estar orgullosa de su pasado, pero también del arte contemporáneo y de su vinculación con el mundo de las vanguardias”.
Con motivo del Día Mundial del Arte, que se conmemora cada 15 de abril, el vicepresidente de la Real Fundación de Toledo y director de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo, Jesús Carrobles, ha hablado con la Agencia EFE acerca de la importancia de Toledo en el arte de las vanguardias y ha subrayado que dos de las figuras “fundamentales” del arte español de nuestra época son toledanos, Alberto Sánchez (1895-1962) y Rafael Canogar (1935).
“Debemos estar orgullosos de un cuadro como El Expolio o El entierro del Conde de Orgaz, pero también deberíamos estar orgullosos de que, por ejemplo, la entrada al Museo Reina Sofía, hoy, en Madrid, es una escultura de Alberto Sánchez o que, por ejemplo, tengamos un espacio como el de Rafael Canogar en una ciudad como Toledo”, ha señalado.
De ambos autores hay obra expuesta de forma permanente en Toledo: el Espacio Canogar, en el Museo Victorio Macho, acoge una treintena de obras de Rafael Canogar, y en el antiguo convento de Santa Fe, en la Colección Roberto Polo, se expone obra de Alberto Sánchez.
Carrobles ha señalado que la visión de Toledo suele relacionarse con un patrimonio “muy del pasado”, normalmente vinculado con la Catedral o con grandes artistas como El Greco, pero “muy poca gente” repara en que, precisamente, dos de las grandes figuras del arte español del siglo XX son toledanos.
Reflexiona que es “evidente” que la ciudad tiene que estar “orgullosa” de su pasado imperial y de su pasado ligado al Greco, entre otros, pero “también debería estar orgullosa del arte contemporáneo y de toda la vinculación que tuvo con el mundo de las vanguardias”.
En esta ciudad, por ejemplo vivió varios años Diego Rivera, el gran pintor mexicano, y a Toledo acudieron muchos otros, como Picasso, Dalí o Lorca “y todos los grandes artistas de la vanguardia española. Y en ese sentido hay que reivindicar ese valor contemporáneo de Toledo, que es excepcional”, ha agregado.
Ofertas complementarias

No se trata de oponer una oferta cultural a otra porque son “absolutamente complementarias” y “forman parte de una misma historia y de la capacidad de un grupo de vida, el de los toledanos, por crear lenguajes y generar figuras simbólicas, grandes obras de arte que se han mantenido a lo largo del tiempo”.
Carrobles también ha apuntado que a Toledo le viene bien “ese factor contemporáneo que modernice la imagen de la ciudad y la capacidad de su gente” en un mundo “en el que estas manifestaciones artísticas son importantes y además son con las que nos van a asociar: es decir, a la gente de nuestra generación no se nos va a asociar con El Greco sino con este tipo de manifestaciones artísticas”.
“Y es preferible que lo codifiquemos nosotros y que sepamos valorarlo, porque somos parte del escenario en el que se pueden contemplar estas obras”, ha reflexionado.
En esta idea del arte contemporáneo se puede enmarcar la exposición ‘Miradas fragmentadas. Artistas españoles del siglo XXI’, abierta hasta el próximo 4 de mayo en el Centro Cultural San Marcos y que acoge algunas de las obras más relevantes de la Colección HEF, considerada de las más completas del arte contemporáneo español.
Organizada por Acciona Living and Culture y el Ayuntamiento de Toledo, incluye obra de Miquel Barceló, Luis Gordillo, Chema Cobo, Daniel Canogar, Juan Genovés, Jaume Plensa, Secundino Hernández, Manolo Valdés o Isabel Muñoz, entre otros.
