Arte inmersivo: la catedral de Burgos retratada bajo luces y colores contemporáneos

El pintor Fran Herreros apoyado en una de sus creaciones que ofrecen una visión más contemporánea, alegre y colorida de la Catedral de Burgos y en una entrevista con la Agencia EFE explica el proyecto artístico inmersivo que protagoniza para acercar el templo gótico al público desde una perspectiva más fresca e innovadora. EFE/Santi Otero

Burgos, 18 mar (EFE).- La mirada del arte se ha posado sobre la catedral de Burgos desde que sus imponentes agujas desafiaran al cielo, aunque desde una dimensión clásica, sin la frescura que emana de la pintura contemporánea, que es igual de profunda pero más vital, porque la catedral es la misma pero diferente, y ahora la redibuja la mirada de Fran Herreros.

El pintor burgalés lleva un año pintando el templo gótico, como parte de un proyecto artístico inmersivo único, que le ha permitido redescubrir este bien Patrimonio de la Humanidad, los colores que oculta tras sus recias paredes de piedra, la luz que lo ilumina, para realizar creaciones abiertas a los nuevos tiempos.

“La catedral se ha pintado de muchas formas pero siempre de una forma clásica, oscura, triste”, ha explicado en una entrevista con la Agencia EFE, y su iniciativa busca pintar una catedral actual para acercar el arte contemporáneo al público, un propósito para el que el Cabildo Metropolitano le ha dado libertad absoluta.

Fran Herreros insiste en que “la honestidad del pintor tiene que ser lo primero”, y nunca hay que pensar en el fin del cuadro, que vaya a gustar o no. “Si tú lo haces con honestidad, si pintas de verdad, con pasión, no tienes ningún problema en defender lo que estás haciendo”.

Una nueva mirada

El artista combina sus jornadas de pintura con el trabajo en el estudio desde enero de 2024, pero el proyecto comenzó meses antes, con el trabajo de documentación y, sobre todo, de observación de la catedral, una tarea en la que continúa, porque “día a día descubre una cosa nueva” en el templo burgalés.

“En la catedral he visto colores que no había visto nunca. Por la luz de las vidrieras que entra a cada hora y a cada momento, y se me ponen los pelos de punta”, reconoce; también esos descubrimientos le obligan a cambiar el tono de sus obras, para reflejar matices que le habían pasado desapercibidos.

Los cuadros de Herreros, que se centran en mostrar los lugares más representativos de la Catedral, como la Escalera Dorada o el Cimborrio, están llenos de luz, de colores, de referencias contemporáneas, y su estilo ha ido evolucionando a medida que se ha sentido más cómodo en el templo.

El pintor reconoce que “al principio estaba agarrotado con miedos”, pero ahora está más libre, así que su arte fluye, plasma sobre el lienzo lo que siente, y se deja llevar por un proyecto que le está enriqueciendo personal y profesionalmente.

Proceso creativo y mecenazgo

El pintor Fran Herreros muestra sus creaciones que ofrecen una visión más contemporánea, alegre y colorida de la Catedral de Burgos y en una entrevista con la Agencia EFE explica el proyecto artístico inmersivo que protagoniza para acercar el templo gótico al público desde una perspectiva más fresca e innovadora. EFE/Santi Otero

El proyecto artístico, que concluirá en noviembre con una exposición en la sala Beato Valentín Palencia, está atrayendo la atención de los visitantes, pese a que Herreros preferiría pasar desapercibido, “ser invisible”, y se completará con un documental sobre el proceso artístico.

“Necesito paz interior, paz mental para pintar”, insiste, pues lo bonito de pintar, con lo que disfruta, no es solo con el acto físico de coger el pincel, sino con el estudio previo, la mirada, los colores, sumergirse en el espacio, y para eso necesita la tranquilidad que ofrece un templo con 800 años de vida.

Carlos Izquierdo, el vicario general y quien está en contacto con Herreros, ha destacado la confianza que han depositado en el pintor, con un proyecto que busca reflexionar sobre el proceso creativo, la mirada, el color y la luz, y cómo influyen los factores externos.

El valor liberador del arte es otro de los aspectos en los que ahondan; también en la faceta de la catedral como mecenas, “como imán de artistas”, tras una cierta desconexión con el arte contemporáneo, y mostrar que el templo está abierto a nuevas tendencias, pues el arte transmite valores universales sea cual sea el momento histórico.