Asociación histórica premia una muestra con fotos de EFE sobre la primera masacre de ETA

Un hombre recorre la exposición 'Rolando 2:-2:45: 50 años de la primera masacre de ETA' en Cebreros (Ávila). EFE/ Raúl Sanchidrián

Madrid, 15 may (EFE).- Una exposición de la Fundación Víctimas del Terrorismo con 50 fotografías del fondo documental de la Agencia EFE sobre el primer atentado indiscriminado que perpetró ETA hace 51 años, en la cafetería Rolando, de Madrid, ha ganado el Premio de divulgación ‘Manuel Pérez Ledesma’ de la Asociación de Historia Contemporánea.

Según el fallo divulgado este jueves, el jurado ha considerado que ‘Rolando 2:15-2:45. 50 años de la primera masacre de ETA’, que pasó por varias ciudades desde que se inauguró el año pasado, entre ellas Vitoria, Madrid, Bilbao o Cuenca, ha tenido “un importante impacto por la relevancia del tema que aborda”.

La exposición la conforman medio centenar de fotografías que forman parte del banco de imágenes de la Agencia, y varias imágenes cedidas por los familiares de las 13 víctimas asesinadas en un atentado que también causó 70 heridos.

Además, como complementos expositivos, un vídeo informativo, con imágenes cedidas por RTVE, sobre lo acontecido aquel día en Madrid y un pódcast con testimonios de cuatro víctimas del atentado.

La masacre se cometió el 13 de septiembre de 1974, cuando dos miembros de la banda dejaron un artefacto en la cafetería Rolando, en la calle de Correos, que mató a once personas ese mismo día y otras dos murieron días después.

ETA atentó contra la cafetería Rolando por estar muy próxima a la por entonces Dirección General de Seguridad (DGS), en lo que hoy es la sede de la Presidencia de la Comunidad de Madrid, motivo por el que los terroristas supusieron que el lugar era muy frecuentado por policías, que solo tenían que cruzar la calle.

Pero también era un establecimiento habitual para la población civil por su proximidad al kilómetro cero, en la Puerta del Sol, y así se evidenció con el cómputo final de asesinados y heridos.

De hecho, la dirección de ETA, sorprendida por el número de civiles que habían sido víctimas del ataque, mantuvo un debate interno y finalmente no se responsabilizó de lo ocurrido hasta su disolución en 2018.