Islamabad, 20 ago (EFE).- Las lluvias torrenciales del monzón en Pakistán han elevado el balance de muertos a 739 desde el inicio de la temporada, con 32 fallecidos reportados en las últimas horas, mientras el número de heridos asciende a 958, según el último informe de la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres (NDMA).

La emergencia más reciente se concentra en Karachi, la capital financiera del país, que ha quedado paralizada. La metrópolis portuaria, la más poblada de Pakistán, se encuentra sumergida por el agua, con calles anegadas y cientos de vehículos varados.
La situación obligó al gobierno provincial de Sindh a declarar un día festivo para evitar desplazamientos.
Solo en esta ciudad, el servicio de rescate confirmó a EFE la muerte de al menos diez personas por ahogamientos, electrocuciones y el derrumbe de muros.
Aunque la emergencia se centra ahora en el sur, la provincia noroccidental de Khyber Pakhtunkhwa sigue siendo la región más castigada, acumulando 437 del total de fallecidos.
En esa zona, los equipos de rescate continúan la búsqueda de más de un centenar de desaparecidos tras las catastróficas inundaciones del fin de semana.
A nivel nacional, el impacto de las lluvias han dañado o destruido casi 3.000 viviendas, provocado la pérdida de más de mil cabezas de ganado y afectado a más de 450 kilómetros de carreteras y 152 puentes.
La catástrofe actual evoca las inundaciones sin precedentes de 2022, cuando un «monzón con esteroides» sumergió un tercio del país, causó la muerte de más de 1.700 personas y generó pérdidas económicas superiores a los 30.000 millones de dólares.