Sídney (Australia), 12 sep (EFECOM).- El proyecto de gas más grande de Australia, North West Shelf, recibió este viernes la aprobación final para extender sus actividades hasta el año 2070, una decisión que ha generado polémica dentro y fuera del país por las potenciales repercusiones ambientales y culturales.
Esta extensión permite a Woodside, la empresa a cargo, continuar extrayendo y procesando gas natural durante casi medio siglo más, lo que ha generado preocupaciones ambientales, dado el riesgo de emisiones de gases de efecto invernadero y el impacto sobre sitios patrimoniales aborígenes en el norte de Australia Occidental.
El ministro australiano de Medio Ambiente, Murray Watt, impuso hoy 48 condiciones adicionales al proyecto, entre ellas la reducción de ciertas emisiones de gas para 2030 y el compromiso de alcanzar emisiones netas cero para 2050, con el objetivo de proteger el arte rupestre indígena de la zona.
Entre estas medidas se incluye una declaración parcial para preservar un sitio patrimonial significativo junto a la planta de gas de Karratha, hogar de las antiguas pinturas Murujuga, incluidas en julio en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco.
Dichas pinturas constituyen uno de los conjuntos de arte rupestre más extensos y antiguos del mundo, con miles de grabados que se remontan posiblemente hasta hace más de 40.000 años.
Las imágenes representan figuras humanas, animales y símbolos abstractos que reflejan la cosmovisión, la vida cotidiana y las tradiciones de los pueblos aborígenes locales.
La aprobación de hoy llega apenas un día después de que el ministro de Clima de Vanuatu, Ralph Regenvanu, advirtiera al primer ministro australiano, Anthony Albanese, que el proyecto podría contravenir los compromisos internacionales de Australia sobre cambio climático.
«La opinión consultiva de la Corte Internacional de Justicia ha dejado claro que expandir la producción de combustibles fósiles constituye un acto internacionalmente ilícito, según el derecho internacional. Por lo tanto, es algo que Australia debería considerar», dijo Regenvanu, en el marco del Foro de las Islas del Pacífico, donde se encontraba participando Albanese.
El primer ministro, sin embargo, ha defendido la expansión del proyecto, argumentando que garantiza la seguridad energética durante la transición hacia energías renovables.
Se espera que su Administración anuncie en los próximos días su objetivo de reducción de emisiones para 2035, en un contexto de creciente presión internacional sobre Australia para equilibrar desarrollo energético y compromisos climáticos.