Australia celebra el anuncio de alto el fuego entre Israel e Irán anunciado por Trump

El primer ministro de Australia, Anthony Albanese, durante la Cumbre del G7 en Canadá. 
EFE/EPA/LUKAS COCH AUSTRALIA AND NEW ZEALAND OUT

Bangkok, 24 jun (EFE).- El primer ministro de Australia, Anthony Albanese, celebró este martes el alto el fuego entre Israel e Irán anunciado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a pesar de que han continuado los ataques y que el canciller iraní niega el acuerdo.

«Australia celebra el anuncio del presidente Trump sobre un alto el fuego entre Israel e Irán. Hemos instado constantemente al diálogo, la diplomacia y la distensión», dijo a los medios Albanese, quien mostró su «profunda preocupación» por la situación en Oriente Medio.

El dirigente australiano reaccionó así al anuncio de Trump sobre un «alto el fuego total» de doce horas entre Israel e Irán, tiempo tras el cual señaló que se considerará que la guerra entre ambos países «habrá terminado».

El presidente estadounidense detalló en su red social, Truth Social, que «oficialmente, Irán iniciará el alto el fuego» y doce horas después lo comenzará Israel, de modo que en unas 24 horas «el mundo anunciará oficialmente el FIN DE LA GUERRA DE LOS 12 DÍAS».

No obstante, varias explosiones volvieron a sentirse en Teherán en la madrugada de este martes, informan medios iraníes.

Además, el ministro de Exteriores de Irán, Abás Araqchí, aseguró este martes que «no hay un acuerdo sobre un alto el fuego ni un cese de operaciones» con Israel, aunque dejó la puerta abierta a la posibilidad de pausar los ataques si Israel «pone fin a su agresión ilegal» contra Irán esta madrugada.

Israel decidió bombardear Irán el pasado 13 de junio con el objetivo de dañar a su ejército y al programa nuclear de los ayatolás. Desde entonces Irán e Israel han intercambiado regularmente ataques con drones y misiles.

El mensaje de Trump fue publicado unas pocas horas después de que Irán atacara hoy mismo bases estadounidenses en Catar e Irak en represalia por el bombardeo que el fin de semana EE.UU. llevó a cabo sobre tres puntos clave del programa nuclear iraní.