Australia descarta firmar «a cualquier precio» un tratado de libre comercio con la UE

Imagen de archivo del primer ministro de Australia, Anthony Albanese (2-i), durante una reunión de gabinete en la Casa de Gobierno en Canberra, Australia, el 13 de mayo de 2025. EFE/EPA/LUKAS COCH AUSTRALIA AND NEW ZEALAND OUT

Bangkok, 5 jun (EFE).- El primer ministro de Australia, Anthony Albanese, descartó este jueves firmar «a cualquier precio» un tratado de libre comercio con la Unión Europea (UE), después de que ambos territorios retomaran en abril las conversaciones sobre el acuerdo comercial que negocian desde 2018.

«Buscaremos un acuerdo que sea lo suficientemente bueno para Australia. Si nos beneficia, participaremos. Si no, seguiremos sin firmar algo que no sea de nuestro interés nacional», dijo hoy Albanese en una sesión parlamentaria, según recogió la cadena pública ABC.

El mandatario laborista afirmó que los cambios en el entorno comercial global -en alusión a la guerra arancelaria desatada por Estados Unidos- han obligado a ambas partes a volver a la mesa de negociaciones.

A finales de abril, el líder australiano manifestó su intención aprovechar el viaje al Vaticano con motivo del funeral del papa Francisco para reanudar las conversaciones con la UE sobre el TLC bilateral, cuya negociación arrancó en 2018, pero se estancó en 2023 por divergencias en torno a las denominaciones de origen de algunos productos y al ingreso de bienes agrícolas australianos al mercado europeo.

Tras retomar Albanese y la presidenta de la Comisión Europa, Ursula von der Leyen, el asunto en Roma, el ministro de Comercio australiano, Don Farrell, y el comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, mantuvieron en la víspera un encuentro del que no trascendieron demasiados detalles, en los márgenes de la reunión ministerial anual de la OCDE, celebrada en París.

Farrell dijo que el país austral y la UE están «trabajando en los asuntos pendientes para intentar finalizar el acuerdo» y que este año podrían llegar «progresos sustanciales».

Las discrepancias que pausaron por más de un año y medio las negociaciones de un TLC bilateral se centran en que Australia demandaba seguir llamando «prosecco» y «feta», respectivamente, a un vino blanco y a un tipo de queso que se producen en el país oceánico, a pesar de que se trata de denominaciones de origen europeas protegidas.

Las polémica entre ambos territorios se centró también en el acceso de productos agrícolas australianos como el azúcar al mercado europeo, que abarca más de 445 millones de consumidores potenciales. EFE

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